A Trump le preocupa Venezuela e impulsa un debate
Estados Unidos tiene una misión en la 47 sesión de la Asamblea General de la OEA: promover el debate sobre Venezuela. Así le fue encomendado al secretario de estado Rex Tillerson, por el mismísimo Donald Trump, quien se dice muy preocupado por la situación política en ese país suramericano. La voluntad de Tillerson es “colaborar con los países de la región para que avancen las discusiones sobre Venezuela en este importante encuentro", según refirió el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer. La misma nota agregaba además que en estos tiempos turbulentos y tristes del gobierno de Maduro, los Estados Unidos apoyaba al pueblo venezolano.
Del 19 al 21 de junio próximos, en la ciudad de Cancún se darán cita las naciones miembros, espacio para debatir también el porvenir de la economía latinoamericana. A muchos les parece extraño que incluso radicando la OEA en Washington y siendo Estados Unidos su principal benefactor, Trump pida justamente a esta organización que intervenga. Según han referido representantes de la Casa Blanca, su intención es que la Organización de Estados Americanos medie para que el gobierno de chavista libere los políticos presos, fijen un calendario electoral, y abandonen el proceso de la Asamblea Constituyente, entre otras.
Como antecedente, el pasado 31 de mayo, los cancilleres de la Organización Regional suspendieron una reunión para el análisis de la crisis en Venezuela, por no llegar a consensos. Una porción, crítica en exceso con el gobierno actual y encabezada por Canadá, Perú, México, Estados Unidos y Panamá, pedía suspender la Constituyente, en tanto la otra parte representada por los 14 países del CARICOM no recogían tales demandas.
La delegación de los Estados Unidos la integrarán el secretario adjunto de Estado para Latinoamérica en funciones, Francisco Palmieri, y el representante permanente en la Organización, Kevin Sullivan. Venezuela es el primer país en la historia de la organización que decidió abandonarla por considerarla un fraude y nido de conspiración contra los gobiernos de la izquierda latinoamericana.
