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martes, 13 de junio de 2017

Jennifer Lawrence, protagonista de un aterrizaje forzoso

Por Tendencias Newsgur

La joven actriz estadounidense sufrió un susto este fin de semana cuando su avión tuvo que aterrizar de emergencia. El aeropuerto de Buffalo en Nueva York vio como el avión de Lawrence tocaba suelo de manera forzosa tras un fallo doble en los motores del transporte. A 31 mil pies de altura, uno de los motores dejó de funcionar y más tarde se unió al fallo un segundo motor con el que se vio forzado el aterrizaje. Lawrence volvía de pasar unos días de vacaciones junto a sus padres en Lousiville cuando fue víctima de este susto del que tanto ella como el resto de los integrantes del avión han salido ilesos.

Hoy en día subirse a un avión es como coger un taxi. A diario hay miles de vuelo y las conexiones alcanzan todas las partes del mundo. Es difícil conocer a una persona que no se haya subido a un avión y que no lo haya hecho en repetidas ocasiones. Se dice que es el medio de transporte más seguro. En comparación con, por ejemplo, los coches, un avión no sufre apenas accidentes. Eso sí, cuando ocurre alguno se conoce al instante y es primera noticia en todos los informativos.

Pero hay a gente que aunque le aseguren que es el medio más seguro, eso de andar volando por el aire no le hace mucha gracia. Así que para esas personas es mejor que la historia de Jennifer Lawrence quede solo en este texto. Y es que la joven intérprete de 26 años no ha tenido un vuelo muy dulce que se diga. La ganadora de un Oscar volvía de pasar unos días junto a sus padres en Louisville cuando, sin comerlo ni beberlo, volvió a convertirse en protagonista. Aunque en esta ocasión no se trataba de ficción sino de la pura realidad.

 Cuando su avión volaba a 31 mil pies de altura, uno de los motores dejó de funcionar. Los pilotos tomaron cartas en el asunto de manera rápida pero no pudieron prever lo que ocurriría. Y es que unos minutos después el segundo motor también falló. La máquina comenzó entonces a descender pero, por suerte, los pilotos consiguieron salvar la situación y lograron aterrizar de urgencia. El aeropuerto de Buffalo en Nueva York vio descender la nave que tocaría suelo de forma milagrosa. Según los medios estadounidense, tanto Lawrence como el resto de pasajeros e integrantes del avión están bien aunque es probable que la próxima ocasión se piensen dos veces lo de subir a un avión.