Alemania apuesta por la bicicleta
La bicicleta se emplea desde hace muchos años. La primera bicicleta con pedales de la que se tienen registros fue inventada por un escocés en el año 1839. Aunque es un invento antiguo, en la actualidad ha alcanzado gran popularidad. Alemania es un ejemplo de ello. En este país europeo 11 de los 87 millones de habitantes las emplean, no solo en el tiempo de ocio, sino para ir al trabajo. La iniciativa alemana debería extenderse a otras naciones, por la repercusión que el empleo de este medio tiene para la salud humana, para el medio ambiente y para la seguridad vial.
Desde el Antiguo Egipto se fabricaban una especie de artefactos que tenían incorporados dos ruedas comunicadas por una barra. Se dice que en la civilización china también los hubo, aunque con ruedas de bambú. Durante algún tiempo se creyó que Leonardo da Vinci, en su obra Codex Atlanticus, de 1490, hizó alusión a la bicicleta. Sin embargo, luego se demostró que esto fue una broma acaecida en la década de 1960.
No fue hasta 1839 que se construyó la primera bicicleta con pedales, gracias al ingenio del escocés Kirkpatrick Macmillan. Aquellos que quieran apreciar una copia de la invención escocesa, podrán dirigirse al Museo de Ciencias en Londres, Inglaterra. Sin embargo, un detalle curioso envuelve al creador de la bicicleta. Macmillan nunca patentó su invento; este fue copiado por Gavin Dalzell de Lesmahagow, quien difundió tanto la bicicleta, que fue considerado por mucho tiempo como su creador. Más de cincuenta años después, en 1890, el inglés John Boyd Dunlop ideó una cámara y una cubierta de gaucho que se colocaban en la llanta, y que desde su creación, han sufrido pocos cambios. Así llegó la bicicleta hasta nuestros días.
Los beneficios de montar bicicletas son muchos. Desarrolla y fortalece los músculos, favorece al sistema esquelético trayendo un efecto positivo sobre la densidad ósea, protege las articulaciones, elimina el estrés, se ventilan los pulmones, se evita la obesidad. En fin, que emplear este tipo de vehículo tiene efectos positivos para la salud.
A partir de lo beneficioso que resulta su uso, la bicicleta gana gran popularidad en numerosos países del mundo, pero la primera economía europea destaca en este sentido.
En Alemania el uso de la bicicleta es una estrategia gubernamental. El gobierno federal tiene como meta, que para el 2020, el uso de las bicis representen el 15% del total del tráfico, pues actualmente este indicador se encuentra por debajo del 12%. De 87 millones de habitantes que tiene la que constituye la tercera economía mundial, unos 11 millones emplean el vehículo. Para cumplimentar este objetivo, se deberán incrementar la cantidad de zonas viales en la que la velocidad máxima sea de treinta kilómetros. A pesar de los esfuerzos emprendidos, aun queda mucho por hacer. Esta iniciativa es bien acogida por gran parte de la población alemana, y por supuesto, por parte de las compañías que fabrican y proveen servicios relacionados con las bicicletas.
Este plan del país europeo debería ser seguido por otros Estados; y no me refiero solo al beneficio económico que podrían tener las empresas involucradas. En primer lugar, se potenciaría la práctica del ejercicio físico y por supuesto que repercutiría positivamente en la salud de quien la emplee. En segundo lugar, se reducirían los catastróficos accidentes de tránsito, pues la velocidad a la que puede llegarse con una bicicleta nunca se comparará con la de un auto. Y por último, pero no menos importante, los beneficios medioambientales serían elevadísimos, mucho más en tiempos donde el incremento de la conciencia medioambiental es indispensable para garantizar la precaria existencia de la humanidad..
