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miércoles, 12 de julio de 2017

Comienza a resquebrajarse la unidad de la izquierda ecuatoriana

Por DesdeCuba

El expresidente Rafael Correa ha hecho recientemente constantes críticas a las acciones llevadas a cabo por el actual mandatario Lenin Moreno. Los temas en torno a los cuales giran las críticas son el abierto tratamiento que se la ha dado al tema de la corrupción, el manejo del caso Odebrecht y la apertura de mesas de diálogo con sectores anteriormente opuestos a Alianza País y al gobierno de Correa. Indudablemente, esta situación marca un precedente de riesgo para la estabilidad política del país, su permanencia en los rumbos de la Revolución Ciudadana tal como la concibió Correa y la unidad de la cúpula de Alianza País.

Por estos días el exmandatario ecuatoriano Rafael Correa ha hecho punzantes declaraciones contra el Presidente Lenin Moreno por haber iniciado diálogos con diferentes sectores opositores. Para muchos analistas, este es el inicio de lo que se veía venir: la permanente intromisión de Correa en los asuntos del actual gobierno para tratar de mantener el estado de cosas tal cual las dejó en su ex-gobierno. El expresidente había anunciado que una vez culminado su periodo de gobierno marcharía a Bélgica a retomar su vida privada luego de muchos años en el servicio público. Lo cierto es que todavía permanece en su país asomando la cabeza en la política nacional.

Lenin Moreno ha hecho una propuesta oficial de diálogo a diferentes representantes de la oposición como líderes de la Confederación Nacional de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), organización que por siete años estuvo fuertemente enfrentada a Correa, y también se han sostenido encuentros oficiales con personajes como Dalo Bucaram, hijo del expresidente Abdalá Bucaram. Igualmente, el actual mandatario ha impulsado la creación de un Frente para luchar contra la corrupción. Estos y otros elementos han despertado las reacciones de algunos cuadros políticos del anterior gobierno, y su cabeza más visible, Rafael Correa. El expresidente ha aprovechado todas las herramientas a su alcance para hacer público su descontento con muchos elementos de la presente administración. Desde su cuenta en twitter @Mashirafaelha bombardeado constantemente al actual oficialismo por sus posturas abiertamente diferenciadoras. En dicha cuenta publicó el 12 de junio que estaba preocupado sobre el frente interno en su país, pues había oído intenciones de “marcar distancias” de su gobierno. Y el pasado 5 de julio bombardeó nuevamente al actual gobierno criticando el tratamiento que se le está dando al caso Odebrecht.

Indudablemente, esta situación marca un precedente riesgoso para la estabilidad política del país y su permanencia en los rumbos de la Revolución Ciudadana tal como la concibió Correa. Este mismo había expresado con anterioridad que estaba consciente de que habría diferenciaciones entre su administración y la siguiente, pero que las aceptaría. Sin embargo, la realidad ha sido diferente. Desde entrevistas, conferencias, charlas o simples twits, Correa ha criticado incesantemente los pasos de la nueva administración en varios sectores como su diálogo con los opositores y  la apertura que se la ha dado al tema de la lucha anticorrupción. Moreno, sin embargo no ha respondido abiertamente a ningún cuestionamiento del Correa.

Más allá de las fricciones entre el Presidente Moreno y Rafael Correa, hay toda una serie de líderes y políticos de las bases que comienzan a tomar distancia de las acciones del actual gobierno, sobre todo en lo referente al acercamiento con los opositores. Líderes indígenas y no indígenas han patentizado su oposición a los recientes diálogos con quienes afirman que han devastado y saqueado al país. De momento, todo permanece en declaraciones sencillas, sin embargo, este puede ser el comienzo de un cisma dentro de la dirigencia izquierdista en Ecuador y el comienzo del fin de la Revolución Ciudadana. Por tanto, se ha tornado nuevamente esencial darle seguimiento a la evolución de las medidas que tomará próximamente el presidente Moreno.