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lunes, 17 de julio de 2017

El calentamiento global amenaza a los aviones

Por ElizabethF.

Si las cosas continúan como van además de certificar cada detalle técnico de las aeronaves, y las condiciones meteorológicas generales de la ruta, los pilotos deberán velar por saber puntualmente la temperatura existente en la zona de despegue. El nuevo requisito se lo deberemos nada más y nada menos que al calentamiento global, que ahora le dice “hola, estoy aquí” a la empresa de la aeronáutica. La certeza viene de la mano de un nuevo estudio de la Universidad de Columbia, en los Estados Unidos. De acuerdo con la investigación, todo indica que el aumento de las temperaturas como consecuencia del calentamiento global ocasionará dificultades en las próximas décadas para el despegue de los aviones, una alerta que los expertos aconsejan no ignorar.

Asimismo, vaticinaron que si no disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero, deberá necesariamente que reducirse la carga de las aeronaves y también su combustible, al menos en un 4 % en algunos aeroplanos, en aquellos días más cálidos.

En términos concretos se traduce en unos 12 o 13 pasajeros menos en un vuelo de 160 personas, de los que comúnmente operan en la actualidad, apuntó el documento; que especifica en ese sentido que, en las horas más calientes del día, deberán, entre el 10 y 30 % de los aviones, remover una porción de su peso en carga, combustible o viajeros, o bien esperar pacientemente a que baje la temperatura para entonces poder volar.

Resulta obvio que estas restricciones implican cuantiosas pérdidas económicas para la generalidad de las aerolíneas y vislumbran un camino complicado en las operaciones aéreas de todo el globo terráqueo. Y el panorama no es más alentador, si se tiene en cuenta que las proyecciones de los expertos hablan de que las temperaturas diarias máximas anuales, en los aeropuertos, se estima suban de cuatro a ocho grados centígrados para 2080. Parece lejos, pero no se engañe, está a la vuelta de la esquina.

La explicación científica de la relación que guarda volar con la temperatura no falta en la investigación. Según los estudiosos, el aire al calentarse pierde densidad, y las alas no tienen entonces la sustentación requerida para aguantar el despegue. De esa forma, dependiendo de factores de esta índole, entre los que los expertos mencionan el tipo de nave y la extensión de la pista, un avión lleno puede perfectamente ser incapaz de despegar con seguridad si la temperatura es demasiado alta. Así que si creía que el cambio climático y el calentamiento global era solo cuestión de “tierra” y elevación del nivel del mar, es bueno que piense que viene a ser también problema de “aire”, o de “aviones”.

Cada día son más las pruebas para que la humanidad decida de una vez incorporar a sus planes de corto, mediano y largo plazo la reducción de los gases de efecto invernadero, y las medidas de mitigación y adaptación a este fenómeno. De no ser así, no solo los aviones no podrán volar, sino que quedaremos atrapados en la destrucción de la propia especie.