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sábado, 15 de julio de 2017

El iceberg gigante acaba desprendiéndose

Por Nilyam

Los científicos venían anunciándolo desde hace meses: un gigantesco iceberg de cerca de 6.000 kilómetros cuadrados se iba a desprender de la barrera Larsen C, una plataforma de hielo flotante pegada a la Antártida occidental. Y en efecto, eso fue lo que sucedió. El bloque helado se separó entre el lunes 10 de julio y este miércoles, realidad que fue confirmada por el satélite Aqua de la NASA, que lo ha detectado “navegando” por las frías aguas al sur del continente americano. Para tener una idea de sus dimensiones, podríamos asegurar que el iceberg tiene un tamaño similar al de 10 ciudades como Madrid o de cuatro como Ciudad de México, y también equiparable a la mitad de Puerto Rico.       

Según los científicos del proyecto Midas, una misión británica dedicada a estudiar las consecuencias del calentamiento global en el continente helado, el iceberg bautizado como A68, es uno de los mayores de la historia, con un peso que ronda el billón de toneladas. La comunidad científica internacional ha mostrado gran preocupación respecto a su futuro. Algunos investigadores consideran que se romperá en fragmentos y que algunos pedazos arribarán al territorio argentino de las islas Malvinas, a pocos kilómetros de las costas de ese país; otros aseguran que una porción puede permanecer en la zona por décadas, mientras que otras pueden dirigirse hacia el norte; y los menos piensan que se mantendrá en una sola pieza.  

¿Qué consecuencias podría traer el desgarramiento de esta masa de hielo? El glaciólogo Adrian Luckman, líder del proyecto Midas, dijo al respecto que este hecho podría suponer un peligro para el tráfico marítimo, pues cuando deje las cercanías de la Antártida, puede entorpecer la ruta de los cruceros provenientes de América del Sur y representar un peligro para estos. Si se mantiene en una sola pieza, o en varias grandes, será fácil divisarlo de lejos, pero si se desfragmenta en pedazos más pequeños, ahí si habrá problema porque desde la superficie es difícil calcular cuánto hielo habría debajo de las aguas.  

 Otro lugar donde podría recabar el iceberg es en la plataforma de hielo superficial que bordea la isla de Georgia del Sur, a unos 1.390 km al este-sureste de las islas Malvinas. Existen posibilidades de que el impacto del bloque de hielo en este ecosistema sea trágico dado que alteraría los ciclos alimenticios de las especies de animales que viven en la isla. Otro de los efectos negativos del desprendimiento tienen que ver con que coloca a la plataforma Larsen C en una situación muy vulnerable. Según analiza Martin O’Leary, otro glaciólogo del proyecto Midas, la pérdida del iceberg disminuye en un 12% la superficie total de Larsen C, debilitándose así el frente de la barrera de hielo que funciona como un muro de contención frente al empuje de los glaciares que están por detrás. Esta masa de hielo sí se encuentra sobre el continente y puede aumentar el nivel del mar si se derrite. ¡Ahí está la relevancia de este fenómeno!