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miércoles, 5 de julio de 2017

Los síntomas de Autismo en las etapas tempranas de la infancia

Por Janet Rios

El autismo es el trastorno infantil que suele darse preferentemente en niños y no tanto en niñas. Los dotes de un niño autista pueden ser altas o bajas todo depende del nivel de inteligencia intelectual como de la capacidad que posean de comunicación verbal. Un niño autista tiene una mirada fija que traspasa. En el lactante se suele observar un balbuceo monótono del sonido, balbuceo tardío, y una falta de contacto con su entorno, así como de un lenguaje gestual. No sigue a la madre y puede entretenerse con un objeto sin saber para qué sirve. La vigilia del infante en esta etapa es fundamental.

Se dice que las principales causas aún son desconocidas. Pero existen algunas teorías al respecto. Muchos comentan que el autista es así porque no ha recibido afectividad cuando era pequeño. Que ha tenido padres distantes, fríos, demasiado intelectuales. Otros que parecen existir alguna base neurológica aunque no está demostrada.

Se dice que es en la etapa pre escolar el niño se muestra extraño, no habla. Le cuesta asumir el yo e identificar a los demás. No muestra contacto de ninguna forma. Las conductas agresivas a sí mismo es una expresión de esta dolencia. Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a cabo actividades de poco alcance de manera repetitiva. Los autistas con alto nivel funcional pueden repetir los comerciales o llevar a cabo rituales complejos al acostarse a dormir. En la adolescencia se dice que 1 de cada 3 de los autistas suelen sufrir ataques epilépticos lo cual hace pensar en una causa nerviosa. Pero en realidad los verdaderos factores no se han determinado, solo existen probabilidades.

La educación especial a estos niños es el tratamiento fundamental y puede darse en la escuela especial o bien en dedicación muy individualizada. Se debe conocer que el autismo no es un trastorno relacional de crianza.

Por desgracia el autismo no tiene cura. Es un síndrome que fue definido en el pasado por un psiquiatra de origen llamado Leo Kanner. Hoy en día, 50 años después, aún no se conocen las causas que originan esa grave dificultad para relacionarse.

Es aconsejable que los padres que sospechan que su niño puede ser autista, consulten al pediatra para que los refiera a un especialista de niños y adolescentes, quien puede decir  con certeza el autismo, y el estado de gravedad y determinar las medidas educacionales apropiadas. El autismo es una enfermedad  seria para toda la vida. Sin embargo, con el tratamiento adecuado algunos niños autistas pueden desarrollar ciertos aspectos de independencia en sus vidas.

Los padres deben de alentar a sus niños autistas para que desarrollen esas destrezas que hacen uso de sus puntos fuertes de manera que se sientan bien consigo mismos. El psiquiatra, además de tratar al niño, puede ayudar a la familia a resolver el estrés; por ejemplo, puede ayudar a los hermanitos, que se sienten ignorados por el cuidado que requiere el niño autista, o que se sienten abochornados si traen a sus amiguitos a la casa. Los especialistas  puede ayudar a los padres a controlar los problemas emocionales que surgen como resultado de vivir con un niño que padezca de esta enfermedad  y guiarlos de manera que puedan crear un ambiente favorable para el desarrollo y la enseñanza del niño.