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jueves, 6 de julio de 2017

Los taxistas mexicanos en contra de Uber y Cabify

Por Nilyam

No es la primera vez que taxistas de los “servicios tradicionales” protestan contra los ofrecidos por las nuevas aplicaciones móviles de transporte como Uber y Cabify. En no pocas ciudades y países del mundo se han generado fuertes protestas desde que se iniciaron estos novedosos servicios de transporte, sobre por parte de Uber. Incluso, se han registrado casos de amenazas y violencia física de taxistas contra conductores y pasajeros que viajan gracias a esta plataforma, y viceversa. Ahora la noticia proviene de Ciudad de México, específicamente desde la terminal 1 de su aeropuerto internacional. Allí marcharon en forma pacífica taxistas de diversas organizaciones  en contra de los servicios ofrecidos por estas plataformas tecnológicas que funcionan en el país azteca, que según aducen, han disminuido considerablemente sus ingresos.

Cientos de choferes, que tienen su centro de operaciones en la zona aeroportuaria, e integrantes del movimiento nacional taxista, “se adueñaron” de los pasillos del lugar ante la mirada asombrada de pasajeros y visitantes, y con pancartas en la mano dieron a conocer su informidad a las autoridades del aeropuerto, y además les exigieron que prohíban la operación de estas “unidades ilegales” en el lugar, como llaman a los vehículos que trabajan con estas aplicaciones. Los taxistas, formalmente concesionados y permisionarios, dijeron además que si esta situación no es solucionada, continuarán manifestándose indefinidamente.

Representando los derechos de estos trabajadores, Ignacio Ramírez, presidente del Movimiento Nacional de Taxistas, informó que las pérdidas económicas por año  en el sector de transportación terrestre, dentro y fuera del aeropuerto, suman más de 20 millones de pesos mexicanos, una merma importante en los ingresos de concesionarios y permisionarios. Por su parte, ante esta situación, el director del aeropuerto internacional de la Ciudad de México, denunció que las protestas realizadas en sus instalaciones no fueron realizadas por taxistas autorizados del lugar, sino por grupos de transportistas disidentes. Dijo además que la única manera de prestar servicios de transportación en las terminales áreas es mediante la firma de un contrato de acceso a la zona federal y pagar una contraprestación, y los servicios de taxis basados en aplicaciones no tienen firmados estos contratos. Es por eso que, según aseveró el directivo al periódico mexicano Milenio, han colaborado con los taxis autorizados del aeropuerto para controlar a la unidades que ofrecen servicios sin permiso.

Lo que ha sucedido en México es otro capítulo de enfrentamiento entre aplicaciones como Uber y Cabify, y los taxistas tradicionales en todo el mundo. En América Latina, este conflicto ha tenido presencia en países como Colombia,  Argentina, Chile, Costa Rica, Uruguay, República Dominicana y Puerto Rico. En algunos se han llegado a acuerdos, mientras que en otros no. A finales de mayo pasado, las dos principales ciudades españolas, Madrid y Barcelona, fueron escenario de una movilización masiva de taxistas que exigieron también una regulación del sector y el final del trato favorable que reciben estas empresas.