Madonna crea hospital infantil en Malawi
Quizás pocas personalidades del mundo del espectáculo sean tan controvertidas como Madonna. La súper estrella del pop estadounidense ha sido muy cuestionada por su choque frontal contra normas y convencionalismos sociales y aunque hoy eso es muy común, en el momento de su salto a la fama significó una verdadera revolución. Sin embargo, la artista ha demostrado una y otra vez que pese a todo lo que sus detractores le señalan, es una gran persona con fuertes valores y principios humanos. Como una nueva muestra de ello, este martes inauguró un ala pediátrica en un hospital de Malawi, país en el que ha adoptado a sus hijos.
Financiada por su organización caritativa Raising Malawi, creada por ella en 2006 para atender a niños huérfanos de esa nación africana y construir hospitales, la unidad pediátrica Mercy James del hospital Queen Elizabeth fue construida en apenas dos años. Dispone de unas 50 camas y tres quirófanos, y es la primera unidad especializada en pediatría del país. En su inauguración Madonna estuvo acompañada por el presidente malauí, Peter Mutharika, y sus cuatro hijos de esa nación. Tras develar una placa conmemorativa de la finalización y puesta en marcha de la unidad, ha trascendido que la estrella dialogó durante una hora con algunos de los jóvenes pacientes que aguardaban por una intervención quirúrgica a la que difícilmente hubiesen podido acceder si no se hubiese inaugurado la importante ala pediátrica.
Esta acción ratifica el compromiso de la reina del pop con los infantes de Malawi, país en el que adoptó a cuatro hijos. A principios de este 2017, la artista, de 58 años, adoptó a dos gemelas de cuatro años, Esther y Stella, de un orfanato de Mchinji, localidad centro oriental del país, cercana a la frontera con Zambia. Previamente, en 2006, ya había adoptado a un varón, David Banda, en el mismo orfanato, y en 2009 hizo lo mismo con una niña, Mercy James. Pese a que las adopciones y su trabajo caritativo son una muestra de su humanismo y compromiso con la infancia en uno de los países más pobres del mundo, la continua presencia de Madonna allí no es muy del agrado de todos. Algunas organizaciones caritativas acusan a la estrella de aprovechar su situación y la labor de su fundación para acelerar el proceso de adopción. Asimismo, en 2013 el entonces presidente, Joyce Banda, la criticó con dureza por su supuesto comportamiento altanero y prepotente frente a las autoridades del país. Según denunció, Madonna se comportaba como si fuera una conquistadora, reclamaba siempre un tratamiento VIP y se jactaba sobremanera de su generosidad hacia Malawi. Con el cambio de gobierno en 2014 la situación cambió. La súper estrella tiene buenas relaciones con el nuevo presidente, Peter Mutharika, quien ha afirmado que su gobierno estará siempre muy agradecido “por la pasión de Madonna hacia el país”. Más allá de las críticas, sin dudas las adopciones y la labor humanitaria de la artista en Malawi hacen mucho bien a los niños del país, cuya salud y bienestar siempre deberán estar presentes en cualquier visión política.
