Tesla fracasa en Hong Kong
Las ventas de Tesla Motors, una de las principales empresas en la transición y/o inserción en el mundo de los motores de combustión a la electricidad, son un gran indicador para darnos cuenta de cómo está cambiando la sociedad y redirigiéndose hacia el empleo cada vez más generalizado de autos eléctricos. Sin embargo, tal como confirma The Wall Street Journal, esto ahora no está sucediendo en Hong Kong, cuyo Departamento de Transporte informó hace poco que el número de ventas ha disminuido considerablemente, al punto de que en abril no se vendió ningún auto Tesla en la ciudad china. Cifra valor 0 que contrasta con los 2.939 Tesla vendidos en el mes de marzo.
Este fenómeno se comienza a dar en el mismo momento en que el gobierno anunció, en el pasado febrero, la desaparición de los incentivos fiscales. Fue así como las ventas de autos eléctricos se disiparon y durante el primer cuarto del año Tesla registró 3.700 ventas, de las cuales habíamos mencionado que 2.939 fueron en marzo. Resulta tan considerable la diferencia de precios entre el antes y el después de los incentivos fiscales, que por ejemplo un Model S tenía un costo de poco menos de 75 mil dólares antes del primero de abril, mientras que actualmente el costo se acerca a los 130 mil dólares.
Podemos percatarnos también de cuán notable fue esa diferencia cuando sabemos que en ese mes de marzo se vendieron más autos Tesla que en los últimos seis meses del 2016. "Efecto llamada" que apunta a la dependencia de Tesla de la colaboración de las administraciones públicas, en este caso el gobierno de Hong Kong, para vender sus coches. Al eliminar el gobierno los incentivos fiscales se desploman así las ventas en los meses de abril y mayo, con sólo cinco vehículos eléctricos registrados en ese período.
Obviamente, estos altos y bajos en las ventas de esta nueva generación de vehículos eléctricos no contaminables, que tratan de imponerse en el gran mercado de los automotores, no solo afectaron a Tesla, sino también al resto de marcas que comercializan vehículos de este tipo. Al parecer la idea que se maneja en Hong Kong es la de eliminar estos incentivos fiscales para crear un mercado “justo” en el que todos los autos deberán pagar lo mismo, sin importar el tipo de motor que posean. Es así como Hong Kong, una ciudad sobresaturada de vehículos contaminantes, que necesita de los que generan cero emisiones de gases para reducir la contaminación, cierra abruptamente la puerta al mercado de automotores eléctricos. ¡Una paradoja que pocos parecen entender!
