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viernes, 18 de agosto de 2017

El género masculino asume su rol de padre

Por Janet

Cuando los papás poseen información del transcurso de la gestación, conciben una mayor vínculo con el bebé; se convierten en hombres sensibles al proceso que está coexistiendo en la mujer. En los casos de los hombres que no poseen una preparación, se ha demostrado que les es difícil integrarse a la paternidad, pero es un hecho que lo logran cuando nace la criatura, al ver a su pequeño saben y consideran que ya son papás. Se dice que se relaciona con ver a la madre en el parto y es imposible sentirse ajeno al acontecimiento, ellos logran sentirse parte del proceso.

Numerosos hombres no están al corriente de cuál es su papel, pero al final lo ocupan, porque todos los seres mamíferos poseen ese reflejo de protección hacia su cría. Además cambia su orientación hacia la sociedad. Cuando un individuo con hijos mira a sus semejantes con niños en la calle, les tiende la mano y los respeta, lo que no sucede cuando aún no son padres. La paternidad envuelve a los hombres en un cambio de pensamiento social y ardoroso. Desgraciadamente la sociedad en la que se vive se encuentra muy desvinculada en este sentido, pero ahora los hombres se involucran más en el nacimiento y educación de los niños.

Es conocimiento de todos que el lazo entre madre e hijo es tan natural que es sumamente inaudito preocuparse que no se dé; ella lo lleva en su interior por nueve meses, por tanto, crear lazos de afectos con ese ser que se crea en su propio cuerpo es un hecho. Pero la pregunta que mucho nos hacemos es ¿qué sucede con el papá? ¿Cuándo es capaz de crear con su bebé ese lazo que lo lleva a enamorar y a cuidar eternamente? Creíblemente te sorprenderás al saber que los de sexo masculino caen en el amor por su criatura en un momento muy específico, para el cual la naturaleza los dispone tan doctamente como a la madre.

A discrepancia de las mamás, los hombres deben construir el lazo y el afecto. Si bien los mamíferos se encuentran preparados para resguardar los genes, lo que significa que un padre ame a su hijo, ya que puede venir de él pero no quererlo. Aunque un hombre que no pretende ser papá conocerá el apego hacia su hijo en la medida en que empiece a conocerlo.

Se dice que todas las energías masculinas se centran en el cuidado del bebe, pues perciben toda la dependencia por parte del pequeño, convirtiéndose entonces en fieles protectores de su heredero. Esto marca una huella en el carácter masculino y es a su vez un sello de paternidad para su vida.

La biología establece y dispone este afecto de los padres generándoles altos cambios cerebrales a ambos, tanto al hijo como al papá: la criatura que es estimulada mediante signos de afecto custodia un mayor número de conexiones y genera más vínculos con su padre, y en al papá le sucede exactamente igual. Se dice que un hombre que acaba de tener hijos nota una baja en sus niveles de testosterona, por ello un hombre que era exageradamente competidor, territorial, materialista, cuando viene al mundo su primer hijo, le disminuye el deseo sexual, se le comprime el proceso de estar eternamente compitiendo y asimila a ser más sociable. Además se ha demostrado que por primera vez no pierde de vista a aquellas personas que igualmente son padres y es, inclusive solidario con ellas. Esto se debe a que reconoce el valor del cuidado de un hijo, concepto que antes le costaba un poco de trabajo comprender. Ellos por desgracia poseen una naturaleza egoísta la cul es dominada a la llegada de su primer bebe.