El Prat: si hay despidos, habrá huelga
Pese a las mediaciones de la Generalitat, Eulen no aceptó la propuesta de paralizar todas las movilizaciones y poner de una vez fin al conflicto si la compañía aceptaba readmitir a los dos trabajadores despedidos y también anulaba los expedientes sancionadores abiertos, al tiempo que se comprometía a no aplicar nuevos castigos en el futuro.
La mediación fracasó, y los trabajadores del aeropuerto barcelonés El Prat fueron tajantes al mantener la convocatoria de la nueva huelga a partir del 8 de septiembre próximo, con paros parciales. Contrario a Eulen, la propuesta de la Generalitat había sido aceptada por el comité de huelga, incluido el compromiso de los trabajadores de admitir el laudo que se hará público este jueves, incluso cuando obviamente se desconoce el contenido de la resolución que emitirá el árbitro designado por el Gobierno central.
Las partes implicadas en el conflicto no encontraron tampoco este martes un punto común o cercano en las negociaciones, que dilatan aún más los días de incertidumbre vividos en El Prat sobre todo para los viajeros. No obstante, la Generalitat ha anunciado que aún guarda esperanza de que Eulen reconsidere la oferta y su posición, con el fin de evitar una nueva huelga, y ha dejado abierto el plazo para el cambio de opinión hasta las 23.59 horas de este miércoles, de acuerdo con Europa Press, pues “ve incomprensible” que Eulen no haya aceptado luego del largo camino de desgaste tras largas jornadas de paros.
El secretario general de trabajo, Josep Ginesta ha declarado que si bien es un derecho de Eulen no aceptar, su manera de ignorar esta nueva propuesta transmite la sensación de que no existe una voluntad real para poner fin al conflicto en Barcelona y en Cataluña, lamentó.
Los trabajadores, en cambio, desde el pasado domingo dejaron más que claro en asamblea efectuada, y por voto unánime, que si la empresa no daba marcha atrás en las "represalias" impuestas contra cuatro trabajadores, al parecer por haber incumplido los servicios mínimos, convocarían a una nueva huelga a partir del 8 de septiembre, todos los viernes.
Mientras, la empresa no ha querido hacer declaración alguna a los medios, y el comité de huelga acusa a Eulen de “prepotencia, una actitud que de acuerdo con Ginesta, responde a que la empresa se siente en una posición de fuerza mayor, ante la inminencia del laudo obligatorio que decidió forzar el estado para este jueves.
La negativa a negociar por parte de Eulen atiza las incertidumbres de los trabajadores, los cuales ahora temen a represalias futuras, en tanto el laudo está en la capacidad de anular sanciones previas a la emisión del mismo, pero no las sanciones futuras, que se pueden aplicar además, con un margen de 60 días desde el incumplimiento de los llamados servicios mínimos.
Hasta el próximo martes las partes en conflicto no tendrán un nuevo encuentro a no ser que este miércoles, Eulen, quizá “sabiamente” cambie su postura.
