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sábado, 19 de agosto de 2017

Irán, la obsesión de los americanos

Por LauraB

Los problemas domésticos de la administración de Donald Trump en Estados Unidos no le quitan el sueño. Lo hace un país alejado geográficamente y diferente cultural e idiomáticamente: Irán. Está demostrado que la nación persa es el dolor de cabeza permanente de los americanos. En cada gobierno suben y bajan las tensiones con Teherán pero siempre están presentes. Si con Barack Obama hubo incluso la firma de un pacto nuclear, ahora con el republicano ese plan está al borde del precipicio. Primero fue la gira de Trump por Oriente Medio donde en Arabia Saudita, su primera parada, alegó contra la nación persa calificándola de la palabra favorita: “amenaza”.

Cuando el mandatario iraní, Hassan Rouhani, asumió por un nuevo periodo presidencial le advirtió al país occidental que su programa nuclear de enriquecimiento de uranio estaba diseñado para fines pacíficos y científicos y no para crear un artefacto atómico. En ese momento, Rouhani adoptó una posición más fuerte al indicar que no estabadispuesto a detener el sistema de misiles que consideró de “pacífico”y “disuasorio”.“No vamos a esperar a que nos autoricen a realizar pruebas conmisiles”, espetó Rouhani a Washington. Esto porque la naciónoccidental impuso nuevas sanciones contra personas y entidadesvinculadas con el sistema de misiles iraní.

Es por ello que el mandatario de la nación persa amenazó con retirarse del acuerdo nuclear de 2015 –nombrado oficialmente como Plan Integral de Acción Conjunta-, si Washington insiste en imponer sanciones económicas. La respuesta de Rouhani tiene lugar antes las constantes diatribas verbales de su homólogo estadounidense de acusar a Irán de violar el pacto. Ello, pasando por encima incluso de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) que ha reconocido públicamente el cumplimiento de Irán a lo pactado.

Muy molesto en su discurso ante el Parlamento iraní, Rouhani le envió el siguiente mensaje a Trump: “el pacto nuclear no implica ni una amenaza contra los países ni una rendición ante las potencias”.

Cuando ambos países firmaron el mencionado acuerdo se levantaron las sanciones contra Teherán siempre y cuando países y organismos internacionales encargados del tema velaran el polémico programa atómico persa. Sin embargo, obviando la letra pequeña del acuerdo, Estados Unidos ha venido en los últimos días imponiendo medidas unilaterales contra el país de Oriente Medio.

La respuesta del Parlamento de Irán fue la aprobación de un proyecto de ley que, entre otros asuntos, contempla 500 millones de dólares para el programa defensivo de misiles.

Mientras los americanos continúen viendo a Irán como el “malo” de la película y no se preste a respetar lo acordado, seguirán escalando un conflicto en el que el único mérito de Trump ha sido azuzar con excusas que limitan con lo absurdo.