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jueves, 24 de agosto de 2017

Kim Wall, la periodista sueca que desapareció de un submarino

Por Mayli

Kim Wall era una periodista sueca de 30 años que buscaba ponerle a su reportaje sobre el inventor Peter Madsen de 46 años, un poco de realismo, pero nunca se imaginó que este sería su último viaje. Madsen, propietario del UC3 Nautilus, el submarino de fabricación privada más grande del mundo, dijo llevarla en un breve recorrido submarino, corto y sin contratiempos, y ella le entrevistaría dentro. Todo ello sucedió el 10 de agosto, y un día después el submarino se hundiría accidentalmente según su propietario, quien fue rescatado. Pero Kim Wall nunca apareció. En un principio Madsen diría que la había dejado en tierra firme, pero luego cambiaría su historia y confirmaría que la reportera había muerto.

Kim Wall, una reportera sueca de 30 años, estaba enfrascada en un reportaje trivial, de entretenimiento, de esos que se hacen chasqueando los dedos. Estaba siguiendo la obra del inventor danés Peter Madsen de 46 años, y le dio un toque realista, queriendo entrevistarlo desde dentro de su máxima invención, un submarino UC3 Nautilus. Wall partiría el 10 de agosto junto con Madsen, era un viaje corto, un breve recorrido por el Mar Báltico. La última imagen donde Wall y Madsen eran visto juntos se tomaba ese mismo día, casi al anochecer, desde un crucero por un pasajero común. Tripularon la nave en una zona portuaria de Copenhague, Dinamarca, pero un día después el submarino presentó fallos técnicos y se fue a la deriva. Madsen apareció con vida, y fue rescatado, pero de la reportera no se ha sabido más desde entonces. Nada se sabe, excepto porque las declaraciones del único testigo de lo que sucedió en ese submarino, el inventor Peter Madsen, sonaron desde un principio bastantes contradictorias. ¿Acaso, el inventor asesinó a la joven reportera? No hay nada claro, pero eso es sobre lo que teoriza la policía danesa.

Peter Madsen, el inventor, pasó rápido de la salvación (su rescate) a la acusación de homicidio culposo de la reportera sueca, quien se había puesto en contacto con él para entrevistarle. De primera, el inventor había declarado que la había (a la periodista) dejado en tierra firme, sana y salva, cerca de la capital de Dinamarca. Declaración que desmintió inmediatamente el novio de la periodista, quien se encargó de informar a la policía un día después de la desaparición de Kim Wall. Según el novio de la chica, el viaje sería corto y le preocupaba que pasadas 24 horas no apareciera en casa. Luego Madsen cambiaría la primera versión a otra, donde afirmaba que la joven había fallecido de manera accidental dentro del submarino y él la había enterrado en el mar. Pero la aparición recientemente de un torso de mujer (encontrado en una playa por un ciclista en Dinamarca) sin brazos, piernas y cabeza, reabre la hipótesis de asesinato de la chica por parte del inventor danés. “Está claro que la policía, así como los medios de comunicación, está especulando sobre si este cuerpo femenino es el de Kim Wall, pero todavía es temprano para asegurarlo”, declararon los cuerpos policiales de la capital danesa.

Para la policía en Dinamarca, Madsen hundió deliberadamente el submarino, mientras que para la abogada de Madsen, su cliente no ha cometido ningún error, y se sigue declarando inocente ante las condenas de la policía y la opinión pública. El juicio se sigue llevando a puertas cerradas, aunque a petición de la fiscalía se han publicado algunos fragmentos de las declaraciones para mantener informada a la población, ya que está muy interesada en el final de esta historia. La investigación alrededor del hecho sigue en curso, y sería de mucha valía confirmar si el cuerpo encontrado, es el de la joven Kim Wall. Madsen, el que algunos ya nombran, el inventor loco, tendrá mucho que explicar todavía, mientras una familia llora una desaparición.