La atención, el primer paso para evitar el maltrato en los pequeños
Cuando un infante es molestado con regularidad por sus colegas, puede tratarse de malos tratos, bullying o importunación escolar. Esto se presenta en tres tipos de conductas: maltrato físico (provocar, apresar, ocultar o romper cosas), maltrato verbal (intimidar, ridiculizar, insultar) y maltrato psicológico (ignorar, apartar, denigrar). Ante esta situación, podemos prestar atención en los niños cambios en el comportamiento; como es el caso de angustia, llanto o irritabilidad; alucinaciones, cambios en el sueño y/o apetito; dolores de cabeza, estómago, vómitos; impedimento para ir a la escuela, saltar al recreo o ir de paseo; fruto escolar bajo. Si notas en tu chico alguno de estos síntomas, no lo dudes, acude a los dirigentes de la escuela para que en conjunto hallen una solución.
Lo cierto es que es necesario enseñarles previamente como tratar a los demás. A los tres años de vida de nuestros pequeños no saben que pueden dañar a sus semejantes y que pueden ser dañados. Es necesario inculcarle el valor que posee la empatía con los demás.
En el caso de que nuestro hijo sea uno de las víctimas de bullying en el cole o jardín de niños, debemos tener bien claro que no es preciso regañarlos por no haberse defendido. Lo más importante es lograr tener una plática con ellos acerca de lo que ocurre y como se sienten al respecto. Recuerde que la comunicación es lo más importante y es un hábito que debemos crear desde la infancia.
No los alentemos a tomar venganza por lo sucedido. Si bien este resentimiento se podría decir que nace solo y es acumulativo es muy importante favorecer a la auto observación. ¿Cómo lo hacemos? Es algo muy sencillo, simplemente debemos estar atentos a todo lo que sucede en el entorno donde frecuenta nuestro pequeño para de esta manera lograr tomar medidas de lo que acontece.
Si nos damos cuenta de quién es aquel que se vive acosando a nuestro pequeño, no lo debemos afrontar de manera brusca. Lo más recomendable es afrontarlo mediante estrategias de comunicación para manejar las presuntas agresiones y por supuesto darle un seguimiento a nuestro hijo para ver de cerca los resultados que valla teniendo.
Si las agresiones han sido constantes y notas que el pequeño se encuentra retraído y aturdido o presenta síntomas de rechazo lo más recomendable es acudir a un especialista. Esto no lo volverá un iño débil, sino que el terapeuta lo ayudará a superar todos sus miedos y a enfrentar por él solo esta serie de sucesos traumáticos.
En el caso de que te quejes de los malos tratos a los que esta siendo sometido el pequeño a su educador y no veas resultados positivos debes acudir a elementos superiores de dirección del centro educativo del pequeño para que estos comiencen a tomar cartas en el asunto, a pesar de que los directivos ya deben estar conscientes de lo que acontece en su centro, pero un paso fundamental para la solución de estos casos.
Es importante conocer que podemos prevenir la violencia desde el hogar, para ello es necesario fortificar su autoestima, reconocer y manejar sus emociones, resolver los conflictos, lograr la comunicación asertiva y el manejo de límites de los más pequeños de casa. Con estas acciones estaremos fortaleciendo más su carácter y personalidad.
