Las predicciones de Hillary Clinton sobre Trump y los supremacistas blancos
Un discurso de Hillary Clinton, justamente hace un año, llama la atención luego de que ocurrieran los sucesos violentos de Charlottesville, hace apenas unos días. En su alocución, Hilary advertía sobre las simpatías de Donald Trump hacia los grupos neonazis. Pero, la cuestión es, ¿de verdad Trump apoya a los supremacistas blancos? La polémica arrecia en Estados Unidos, alimentada por la ambigüedad del presidente cuando se refiere a quienes conforman una buena porción de su base de partidarios incondicionales.
En primer lugar, evitó condenar a los supremacistas blancos por los acontecimientos de Charlottesville, para poco después denunciarlos ante la presión política que se generó, incluso, dentro de su propio partido. Pero cuando muchos observadores pensaban que finalmente Trump había hecho lo correcto, el presidente estadounidense los defraudó al decir que “ambas partes tuvieron culpa”. Y por si fuera poco, las aguas se han agitado más con el hecho de que uno de los abogados de Trump, John Dowd, haya difundido vía correo electrónico propaganda a favor de la Confederación, el bando secesionista (y perdedor) en la guerra civil americana, que promovía la esclavitud.
En este contexto, el portal Now This News ha difundido un vídeo con fragmentos de un discurso de campaña de Hillary Clinton en agosto de 2016 en el que la aspirante demócrata a la presidencia advertía sobre las inclinaciones racistas del entonces candidato republicano, Donald Trump, y sus simpatías por estos grupos radicales. El vídeo se ha viralizado increíblemente después de que lo compartiera el cantante y compositor estadounidense Ricky Davila con la frase: “Nos lo advirtió. Nos lo advirtió. Nos lo advirtió”.
En su discurso predictivo, Hillary Clinton explicó que desde el principio, Donald Trump basó su campaña en el prejuicio y la paranoia; así como convirtió a los grupos de odio en “mainstream” (tendencia) y ayudó a un extremo radical a hacerse con el control del Partido Republicano. En resumen, una visión perturbadora de la clase de presidente que iba a ser.
Desde aquel día de agosto Hillary intentó dejar claro que Trump es un hombre con un largo historial de discriminación racial, con “réditos de oscuras teorías de la conspiración sacadas de tabloides de supermercado y de internet”. Advirtió que una persona así no debería dirigir el Gobierno de Estados Unidos o liderar su ejército.
También mencionó a aquellas personas optimistas que pensaban darle a Trump el beneficio de la duda, y que esperaban que acabara por reinventarse con la esperanza de que había un Donald Trump más amable, gentil, y responsable; sin embargo, alertó que no habría otro Trump porque él es así tal cual lo vemos: “una persona que retuitea a supremacistas blancos en internet, como al usuario @WhiteGenocideTM (Genocidio blanco)”. Además, Hillary recordó que cuando en una entrevista televisada a nivel nacional le preguntaron a Trump si rechazaría el apoyo de David Duke, un antiguo Gran Hechicero del Ku Klux Klan, pues simplemente no lo hizo, y solo después, ante la presión, dio marcha atrás; justo como ahora.
Previno sobre la permanencia de tendencias racistas en grupos que, aunque tienen nombres diferentes, siguen siendo segregacionistas. Los racistas de ahora se autodenominan “racialistas”, y los supremacistas blancos se autodenominan “nacionalistas blancos”, solo ha sido un ligero cambio de etiqueta. Dijo que el extremo paranoide ahora se autodenomina “alt-right”, pero el odio continúa siendo igual de escandaloso y sanguinario.
Hillary hizo un llamado sobre la importancia de quiénes son como nación, y acerca del ejemplo que quieren darle a sus hijos y nietos, y por tanto, pensando en ellos es que se debe actuar.
