Mil días sin el Milán en Europa
Cuesta creer que un equipo con siete títulos de Champions, segundo de la historia, y otras 11 coronas entre torneos europeos o mundiales, haya estado más de mil días alejado del concierto continental. Aunque parezca increíble, el A.C. Milán, protagonista de una de las dinastías más imponentes del fútbol en el Viejo Continente, no competía en las lides europeas desde el 11 de marzo del 2014, hace más de tres años, cuando resultó eliminado en los octavos de final de la Champions por el Atlético de Madrid. El estadio Vicente Calderón fue el último escenario que vio competir en el nivel continental al club rossonnero, ahora en busca de consolidarse nuevamente en este ámbito.
Los italianos están de vuelta y esperan superar, peldaño a peldaño, cada obstáculo, pues arrancarán en la Europa League, un segundo escalafón que ha servido a algunos para levantar presión y luchar después en la Champions. El Sevilla, por ejemplo, ha sido el amo y señor de la lid en la última década y ya pasó por la máxima competición, mientras el Manchester United, alejado también por un tiempo de la Liga de Campeones, encontró en la Europa League el marco idóneo para labrar su camino de regreso a la élite gracias al título de la pasada contienda. Los milanistas tratarán de imitarlos y, por ahora, han superado con creces las rondas previas a la fase de grupos, apoyados en varios de los jugadores contratados en la presente ventana de fichajes.
El portugués André Silva, por ejemplo, fue clave en la última victoria (6-0) del plantel transalpino contra el Shkendija, de Macedonia. El ariete, quien aterrizó en el Milán procedente del Porto, dio un recital de puro delantero centro ante el modesto rival, al cual dejó tumbado con un doblete y otras tantas jugadas que dejaron muy claro su potencial en el área. Silva, confeso seguidor de Cristiano Ronaldo, con quien comparte en la selección nacional lusa, ha incorporado algunas de las virtudes de su ídolo a un repertorio bastante completo. Juega bien de espaldas, es fuerte en el choque, gana de cabeza, le pega con las dos piernas y posee un impresionante instinto en la definición, todo ello con 21 años. Por supuesto, su margen de crecimiento es notable, y en el Milán, enfrentando a las exigentes defensas italianas, ganará en otros aspectos como el desborde y el desmarque.
El aporte de Silva se combinó con otro doblete de Montolivo y tantos adicionales de Antonelli y Borini, este último también recién llegado a la disciplina rossonera. Además, resultaron cruciales Suso, incisivo en el frente de ataque, y Franck Kessié, un mediocampista fuerte, con largo recorrido, llegada y quite, el modelo perfecto para un conjunto italiano. Por su parte, muy cómodo se ha visto en rol protagónico al zaguero Leonardo Bonnucci, cuyo traspaso de la Juventus al Milán sonó bien alto en Italia por la rivalidad a muerte entre las dos escuadras. Bonnucci ha afrontado con toda la profesionalidad que lo caracteriza el papel de líder en las filas rossonneras, las cuales comanda con el brazalete de capitán.
Tras la goleada en San Siro contra el Shkendija, ahora los italianos enfrentarán el trámite de la vuelta en Macedonia para luego ver en qué grupo de la Europa League terminan incluidos. Sin importar cuál sea el destino que les depare el bombo, el once de Vincenzo Montella buscará ir bien lejos en la competición, teniendo en cuenta su ya prolongada sequía en el escenario europeo, en el cual no ganan nada desde el 2007, cuando conquistaron la Champions, la Supercopa y el Mundial de Clubes. Además, en la Serie A, el Milán perseguirá con igual devoción el Scudetto, pues no lo logran desde el 2011, cuando Zlatan Ibrahimovic los guió al triunfo. Tras ese cetro, los rossonneros quedaron segundos en el 2012 (35 goles de Zlatan) y terceros en el 2013, para después caer en un abismo con el cual los aficionados no estaban familiarizados. Del 2014 hasta la fecha han sido octavos, décimos, séptimos y sextos, resultados que tienen nada que ver con la historia espectacular de uno de los más grandes clubes europeos.
