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sábado, 19 de agosto de 2017

Portugal, un año en el infierno

Por LisyFa

De junio a la fecha Portugal ha vivido, literalmente un infierno, a juzgar por las reiteradas oleadas de  incendios forestales que se han desatado en el país, y que han sido responsables de calcinar en apenas tres meses, sin incluir los daños de la última semana, un total de 141 000 hectáreas, y superando por mucho los estragos y la devastación registrada el pasado año, cuya cifra de hectáreas afectadas ascendió a 115 000. Los datos fueron ofrecidos por Rui Esteves, comandante de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), quien insistió en lo alarmante de las estadísticas, pues se registraron 10 416 incendios de diferente magnitud, frente a los 7 571 fuegos que se desencadenaron el año pasado tuvieron lugar en el 2016.

Asimismo, explicó que en la última década, la media anual de hectáreas calcinadas en Portugal fue de unas 44960.

En los últimos 15 años, sostuvo, este ha sido el tercer año más severo, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas que favorecen la propagación de los fuegos, dijo Esteves citando el nuevo reporte de incendios.

No ha sido mejor el año para las fuerzas y trabajadores dedicados a sofocar las llamas, pues en este 2017, hasta esta última semana, las autoridades registraban un total de cuatro bomberos y dos civiles, los cuales como consecuencia de los incendios habían sido heridos de gravedad, así como 68 personas con heridas leves, entre estas 46 bomberos y 22 civiles.

Y en ese sentido, el más alarmante de los fuegos fue el que se desató dos meses atrás, el pasado 17 de junio, en la localidad de Pedrógao Grande, al centro de Portugal y que causó en pocas horas la muerte de 64 personas, más de 200 heridos y 46 000 hectáreas devastadas por las llamas.

El fuego, además, continúa sin dar tregua al país. Este miércoles, el más relevante se había desatado sobre la 1:00 (hora local) en el municipio de Aboboreira, también al centro del país, y se contabilizaban dos focos activos, los cuales representan una amenaza para aldeas como la de Chao de Codes. Asimismo, se reportaba que el incendio de la comarca de Vila de Rei se había recativado, mientras siguen trabajando en su extinción 379 bomberos, 125 vehículos terrestres y 4 medios aéreos.

Los aviones, continúan sin descanso arrojando agua en las diferentes zonas afectadas del país con el propósito de refrescar los parajes incendiados y evitar que resurjan los incendios en aquellos lugares que ya han sido quemados. Ojalá el clima sea a partir de ahora más benevolente y le permita a Portugal recuperarse del calor sofocante y destructivo del infierno que ha vivido.