Alemania no se libra de la Segunda Guerra Mundial
Equipos de protección civil en Alemania protagonizaron el pasado fin de semana un gigantesco proceso de evacuación que ha sido catalogado como el mayor realizado posterior a la Segunda Guerra Mundial, hecho histórico que involucró a todos los continentes durante seis años, entre 1939 y 1945, y que se caracterizó por sus grandes movilizaciones tanto forzadas como por decisión propia para huir. En esta oportunidad, miles de habitantes de una de las principales ciudades alemanas tuvieron que abandonar sus ubicaciones para que técnicos pudieran desactivar con seguridad una bomba de gran magnitud que fue encontrada a finales de agosto.
Unas 70 mil personas tuvieron que ser evacuadas provisionalmente de la ciudad alemana de Frankfurt para que los expertos pudieran desactivar de forma segura un artefacto altamente explosivo que fue encontrado casualmente en labores de construcción en el perímetro universitario de la ciudad. Lo preocupante es que no solo tuvieron que movilizarse personas que son aptas para alejarse por sus propios medios, también cientos de pacientes de todas las edades necesitaron ser trasladados a otras instituciones en sitios seguros, y esto incrementó el riesgo.
Desactivar una bomba de manera eficaz requiere un importante despliegue de recursos, medios y esfuerzos. De acuerdo con expertos, en esta oportunidad el primer paso fue despejar sus alrededores en al menos un radio de 1,5 kilómetros; pero eso no es todo: para estar totalmente seguros se necesitó del empleo de helicópteros y detectores de calor para tener la certeza de que todas las personas abandonaran la zona afectada. Asimismo, en el momento determinado se prohibió el paso por varias carreteras y algunos servicios de transporte dejaron de funcionar.
La bomba de la Royal Air Force británica era preocupante por su poderosa carga explosiva. Entendidos en el tema presumen que de haber detonado podía haber sido capaz de destruir una manzana entera de edificios. Bombas como esas pueden provocar una enorme onda expansiva y matar personas aunque se encuentren alejadas. Los especialistas necesitaron cuatro horas para desactivarla mediante una abrazadera de cohete con la que se desatornillaron los tres detonadores que tenía, se trataba de una mina aérea HC 4000.
De manera inmediata el hallazgo fue informado, y el gobierno hizo recomendaciones para extremar las medidas de seguridad. Aunque algunas personas se negaron a abandonar sus viviendas y hubo que forzarlas, se logró que aproximadamente el 10 por ciento de la población se ausentara por varias horas de sus hogares hasta que la zona fue declarada completamente segura.
El artefacto pesó 1,8 toneladas de TNT y fue lanzado por fuerzas británicas durante el mayor conflicto bélico que registra nuestra historia. En ese período se estima que miles de bombas similares cayeron sobre Alemania y no explotaron por problemas técnicos. Es por eso que este es un procedimiento relativamente habitual y con cierta frecuencia se escuchan noticias similares; tal es así que al mismo tiempo en la ciudad de Koblenz, se ordenó la evacuación de 21 mil ciudadanos por haber encontrado una bomba de 500 kilogramos durante la construcción de un círculo infantil. Muchas quedarán aún ocultas en ríos, debajo de autopistas o edificaciones.
Hace tan solo unos años las autoridades alemanas recibieron miles de imágenes de zonas que fueron bombardeadas durante el conflicto, y con ese dato han podido tener una idea de dónde puedan ubicarse, sobre todo en la cuenca del Ruhr y la zona del Bajo Rin, pero también en grandes ciudades como Dresde, Hamburgo o Hannover.
Antes de esa ocasión, la mayor evacuación registrada había sucedido hace poco, a finales de 2016 en Augsburgo, cuando cerca de 54 000 personas fueron desalojadas de sus casas en Navidad.