Alto, no puedes entrar en Estados Unidos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no deja pasar un día sin generar polémica y portadas informativas. Este domingo anunció la ampliación de su controvertido programa de veto migratorio, con el cual pretende impedir la entrada a su país de ciudadanos de algunas naciones. Esta nueva versión abarca ocho países, entre los que se incluyen ahora Venezuela, Corea del Norte y Chad. Continúa la aplicación de este veto migratorio para los que ya figuraban en el listado: Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen.
Supuestamente, estas restricciones están dirigidas contra países señalados por el Departamento de Seguridad Nacional como los que rechazan compartir información con Estados Unidos. Entretanto, con esta nueva versión de la medida, se levanta la restricción de ingreso para Sudán. De acuerdo con funcionarios de la Casa Blanca la razón es que el país africano está cooperando en el monitoreo y el intercambio de información con el gobierno de Washington.
Las nuevas restricciones van desde una prohibición total hasta medidas más focalizadas y específicas, y entrarán en vigor el próximo 18 de octubre. En el caso de Venezuela, por ejemplo, solo se aplicarán prohibiciones a ciertos funcionarios gubernamentales y a sus familias; mientras, en los casos de Corea del Norte y Siria se les impide totalmente la posibilidad de viajar a Estados Unidos.
Trump defendió su decisión diciendo que su prioridad es hacer de Estados Unidos “un lugar seguro”. Ya la semana pasada había instado a una prohibición “más dura” de viajes al país tras una explosión en el metro de Londres.
La prohibición original de Trump, que fue una de las primeras medidas que tomó después de ocupar el Despacho Oval, fue muy controvertida tanto por la comunidad internacional como por funcionarios y jueces dentro de su país. Una de las críticas que recibió fue que, al afectar a seis países de mayoría musulmana, fue calificada como islamofóbica, algo que no sorprende si tomamos en cuenta sus discursos tanto de campaña como durante la presidencia.
La medida recibió varios reveces judiciales y desencadenó protestas entre la población. Debe ser analizada por la Corte Suprema en octubre, luego de haber sido parcialmente restablecida en julio. La mayoría de las restricciones constituyen en la suspensión de visas turísticas y de negocios B-1 y B-2, y no parecen estar limitadas en el tiempo como sí lo fue la orden ejecutiva anterior de Trump.
