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jueves, 7 de septiembre de 2017

Cal Ripken Jr: el hito de los juegos consecutivos

Por Aliet Arzola

Ya en 1995, Cal Ripken Jr tenía en el bolsillo el boleto directo al Salón de la Fama de Cooperstown. El pelotero norteño, a sus 35 años, ya sumaba más de 300 jonrones, más de 2300 imparables, más de 1.200 anotadas, 13 Juegos de Estrellas, dos premios de Jugador Más Valioso, ocho Bates de Plata y dos Guantes de Oro. Pero si todos esos lauros no fueran suficientes, el chico nacido en Havre de Grace, Maryland, acumulaba en 1995 la mayor racha de partidos consecutivos en las Ligas Mayores, un total de 2.131, todos con la casaca de los Orioles de Baltimore, novena a la cual representó durante su carrera, de principio a fin.

El 6 de septiembre de aquel 1995, Ripken quebró la marca de 2.130 choques al hilo en el diamante, en poder del inmortal Lou Gerhig. El estelar jonronero de los Yankees de Nueva York había conseguido su cadena entre 1925 y 1939, más de medio siglo atrás, por lo que la hazaña de Ripken cobró mayor relevancia. El torpedero de los Orioles comenzó su racha el 30 de mayo de 1982, y para 1995 alcanzó a Gerhig, algo que pudo suceder mucho antes de no ser por la huelga más larga en la historia de MLB (232 días), la cual con terminó la campaña de 1994 el 11 de agosto, sin que se pudiera jugar la postemporada ni la Serie Mundial, algo que no sucedía desde 1904.

Cal regresó en 1995 y siguió su marcha triunfal, aunque estuvo muy cerca de ver quebrada la seguidilla, porque a raíz de la huelga, MLB valoró la posibilidad de que, en 1995, si los jugadores mantenían la querella, comenzarán en el terreno los reemplazos. El dueño de los Orioles, Peter Angelos, rechazó dicha variante y Ripken, quien no podía dar la espalda a los jugadores para que no terminara la huelga, quedó en una posición comprometida, muy cerca de ver esfumarse el sueño de alcanzar a Gerhig. Afortunadamente, el 2 de abril de 1995, la huelga fue suspendida y Cal volvió a los terrenos.

Justo unos meses después de aquel episodio, llegó la noche mágica del 6 de septiembre, en la que sobrepasó a Lou en un duelo entre Baltimore y los California Angels, el cual permanece como uno de los más vistos en la historia de MLB. Sus hijos Rachel y Ryan lanzaron la primera bola, mientras en las gradas estuvieron el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y el vicepresidente Al Gore. Ripken recibió la ovación cerrada de los aficionados, y tuvo que salir a dar una vuelta por todo el campo antes de iniciar las acciones. “Rafael Palmeiro y Bobby Bonilla se pararon fuera del dogout y me dijeron que, si no daba una vuelta por el estadio, el partido nunca iba a comenzar”, ha rememorado Ripken en varias ocasiones sobre aquella noche. Por cierto, su historia indetenible continuó durante varios años más, al punto de superar la barrera de los 2 600 duelos consecutivos, récord mundial absoluto.

Para tener una idea de la magnitud de la hazaña de Ripken, él no solo extendió a 2.632 la racha de partidos consecutivos, sino que, entre 1982 y 1987, también jugó 8.243 innings al hilo y quebró la marca de George Pinkney, que databa del siglo XIX, cuando eslabonó una cadena de 5.152 entradas con la camiseta de los Brooklyn Bridegrooms.

El final de la marca de Cal llegó el 20 de septiembre de 1998, quizás en un momento en que no se esperaba. Su sustituto en la antesala aquel día fue Ryan Minor, quien pasó a la historia por ese simple detalle y no por haber sido seleccionado en el Draft de la NBA y el de MLB. En una campaña horrenda para los Orioles, Ripken decidió terminar la seguidilla sin previo aviso, aunque ello no le resta ni un ápice de mérito. En la historia, solo Gerhig y el japonés Sachio Kinugasa lograron sobrepasar la marca de dos mil partidos consecutivos en la grama, este último en la Liga Profesional nipona. Tras ellos, otros han logrado cadenas importantes, pero ninguna tiene la magnitud de lo logrado por Cal Ripken, quien estuvo, literalmente, casi 20 años ininterrumpidos en el terreno.