Colombia espera que Francisco consolide la paz
El Papa Francisco llegó a Colombia para cumplir cinco días de agenda a favor de la paz y el cese armado en esa nación latinoamericana. Y otra vez ha hecho entrada el Santo Pontífice precedido de actos con aureola de humildad y amor al prójimo: abrazos a policías y militares discapacitados heridos en combate, bendiciones a niños síndromes de down, conversación natural con Juan Manuel Santos y la primera dama María Clemencia Rodríguez. Pero más allá de las apariencias, el primer viaje de Francisco a Colombia resalta por su función mediadora. Impulsar el debilitado proceso de pacificación entre el gobierno y las FARC-EP puede ser un punto crucial de un proceso que ha tardado más de un quinquenio.
Aún cuando la función de su visita no es meramente política, según han aclarado voceros oficiales del Vaticano, Francisco dialogará con actores del conflicto armado, entre ellos el Ejército Liberación Nacional (ELN), víctimas de ambos bandos, y pobladores de cuatro ciudades y barrios pobres del país. En sus contactos y discursos en las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena de Indias, se espera que el Papa hable sobre temas recurrentes en su agenda: familia, religión, reconciliación y naturaleza, estos dos últimos sin dudas priorizados en su pontificado. Imperdonable sería que el Sumo Pontífice marchara de una nación eminentemente católica y bañada con la sangre de más de 260 mil muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados internos y a naciones fronterizas; sin realizar misas por la paz.
Esta visita a Colombia, tercera de un Pontífice a la nación, fue precedida por una reunión el pasado 16 de diciembre entre Santos, el senador y ex mandatario ultraconservador Álvaro Uribe, y Francisco. Durante la misma, el jefe de la Iglesia Católica intentó limar asperezas y diferencias de opinión entre ambos líderes colombianos, sin embargo, el esfuerzo fue nulo, y no quedó de otra que bendecir los acuerdos de La Habana.
A la luz de los observadores, las FARC-EP ha cumplido a cabalidad el Acuerdo de Paz suscrito en la capital de Cuba y ratificado luego en Cartagena de Indias, sin embargo, el gobierno colombiano ha hecho concesiones que han conducido a la muerte de inocentes. Según medios locales, en lo que va de año varios grupos paramilitares han asesinado a cerca de 50 personas, activistas sociales y exguerrilleros, que depusieron sus armas y estando desprotegidos fueron masacrados. La Ley de Amnistía, la distribución de las tierras y la seguridad de los exsoldados son otros de los temas pendientes para el mandato de Juan Manuel Santos.
