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jueves, 21 de septiembre de 2017

¿Cuál es el secreto de los centenarios japoneses?

Por Miss GD

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, Japón es el país con mayor cantidad de personas que sobrepasan el centenario en su población. La gran mayoría de ellos pertenecen a la isla de Okinawa, catalogada como una de las zonas más longevas del planeta. En Japón veinte de cada cien centenarios llevan una vida autónoma y se caracterizan por llevar una dieta casi perfecta conformada en su mayoría por arroz, pescado, verduras variadas, proteínas de origen vegetal, algas y, fundamentalmente, pocas grasas. Igualmente, le otorgan gran importancia a la actividad física e intelectual como una forma de mantenerse activos y de integrarse a la sociedad.

Japón es uno de los países más famosos del mundo por su longevidad y es que de su población de adulto mayores muchos sobrepasan los 100 años. La nación asiática volvió a batir el récord mundial pues, según datos de la Organización Mundial de la Salud, es el país con mayor cantidad de personas con que sobrepasan el centenario en su población. La gran mayoría de ellos pertenecientes a la isla de Okinawa, catalogada como una de las zonas más longevas del planeta. Japón es el país con mayor esperanza de vida del mundo, con 65 mil 692 personas centenarias registradas.

Existen muchísimos ejemplos que denotan el saludable estilo de vida que lleva la población nipona como Tsuneko Sasamoto, quien fuera la primera reportera gráfica de Japón y, que a sus 101 años, todavía sigue incursionando en el mundo de la fotografía. Por otro lado, el médico Shigeaki Hinohara, de 104, atiende a sus pacientes y no tiene previsto retirarse, Hidekichi Miyazaki asombró al mundo al correr los 100 metros lisos en el año 2014, cuando ya había cumplido los 102 y Mieko Nagaoka que logró establecer un récord de natación estilo libre.

El mundo se pregunta sobre el estilo de vida japonés, que logra un alto índice de longevidad y una existencia plena en los adulto mayores que habitan la histórica tierra del sol naciente. En Japón veinte de cada cien centenarios llevan una vida autónoma. Los japoneses se caracterizan por llevar una dieta casi perfecta conformada en su mayoría por arroz, pescado, verduras variadas, proteínas de origen vegetal, algas y, fundamentalmente, pocas grasas. Además, coincidieran que es saludable parar de comer antes de sentirse completamente lleno y también influye la manera de alimentarse y las rutinas que deben adoptarse como masticar muy bien, unas treinta veces, y realizar tres comidas al día.

La población japonesa, contrariamente a la visión occidental, consume carne de manera habitual y la mezcla usualmente con el pescado en la misma comida, pues cada japonés consume, cerca de 54 kilogramos de pescado al año, más del doble que en Estados Unidos o en España. Datos demuestran que el incremento del consumo de proteína animal en el siglo XIX fue lo que incrementó de manera notoria la esperanza de vida en esa nación. El té verde está siempre presente en las comidas japonesas, pues contiene muchos nutrientes, como la catequina, el flavonol, la vitamina C y otros minerales, los que tienen funciones antioxidantes y actúan como elementos antienvejecimiento y desinfectantes. Por esta razón se popularizó la idea de que hacer gárgaras con té verde puede evitar una infección por gripe.

Por otro lado, los japoneses llevan un estilo de vida muy saludable, pues le otorgan gran importancia a la actividad física e intelectual como una forma de mantenerse activos y de integrarse a la sociedad. La mayoría de las personas que llegaron a cumplir 100 años en la actualidad, trabajaron hasta la década del 90 del pasado siglo y obtenían una gran satisfacción en compartir su conocimiento con los demás. Además, los japoneses tienen el hábito de entrenar su cuerpo desde tempranas edades y aún después de los 70 años, a través de la calistenia, una especie de rutina nacional en la que participan, consistente en una serie de ejercicios que desde bien temprano en la mañana puede seguirse desde cualquier lugar a través de los diferentes medios de comunicación.

Otro ejemplo importantes, los japoneses acuden al médico, en promedio, más de 13 veces al año, lo que permite detectar enfermedades en su fase inicial y también la mayoría de los centenarios leen periódicos a diario para conocer lo que ocurre en el mundo e intercambiar opiniones y conocimientos con otras personas.