El fenómeno del pandillismo golpea a los salvadoreños
Las noticias informan de dos agentes de la policía salvadoreña asesinados en ese país a manos de las pandillas o maras como también se les conoce. Cada día alrededor de dos agentes de la policía son asesinados en esta nación centroamericana. Ante el panorama las autoridades hablan de “una escalada premeditada” contra los agentes que velan por la seguridad de los ciudadanos. En este 2017 en curso ya se contabilizan 22 policías víctimas de los ajustes de cuenta de las pandillas. Para ello las autoridades crearon unidades especializadas conformadas por investigadores de Inteligencia. El objetivo de las mismas es encontrar los culpables y detectar a tiempo las amenazas contra policías.
El viceministro salvadoreño de Seguridad y Justicia, Raúl López dijo que las maras o pandillas iniciaron una escalada premeditada de violencia homicida para presionar al gobierno. Ello en respuesta al plan gubernamental de respuesta a la violencia.
Datos del gobierno de Salvador Sánchez Cerén dan fe que solo el año pasado fueron asesinados 66 policías. La cifra en el año 2015 fue de 88. La nación centroamericana registró tasas de homicidio de entre 80 y 100 por cada 100 mil habitantes, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que es una de las naciones más violenta del mundo.
Así lo ratificó el llamado Índice de Progreso Social (IPS). Este indicador mostró que en el año 2016 El Salvador se ubicó en el puesto número 17 de 18 países de América Latina y el Caribe en materia de seguridad personal.
Esos datos se obtienen a través de la experiencia de las personas vinculadas a hechos de violencia. Para tener una idea, el IPS muestrea con 133 países y el que tiene la posición 1 es el que mayor progreso social reporta. Entre estos, El Salvador está en la posición 64.
Sin embargo, esta nación centroamericana tiene como punto débil la evaluación en cuanto a la seguridad personal. Es, de esta forma uno con los peores indicares del mundo en esa materia.
Para enfrentar la situación el gobierno instaló en septiembre de 2014 el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia compuesto por instituciones del Estado, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil.
Entre los objetivos está ofrecer insumos para enriquecer las políticas y planes de seguridad ciudadana. Asimismo, recoger aportes de los diferentes sectores y facilitar el diálogo con la sociedad.
Los históricos niveles de exclusión social han provocado los altos niveles de violencia y criminalidad que enfrenta la sociedad salvadoreña. En sociedades tan violentas se restringe la libertad de las personas lo que afecta su calidad de vida.
