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sábado, 2 de septiembre de 2017

El heredero de Red Bull, en la mira de la Interpol

Por Mayli

Vorayuth Yoovidhya, nieto del creador de la famosa bebida energética Red Bull, y multimillonario tailandés, está acusado de atropellar mortalmente a un policía en la capital de Tailandia mientras conducía su Ferrari, y luego darse a la fuga. El heredero de millones no solo se dio a la fuga cuando vio el cadáver, si no que jamás se presentó a ninguna corte a pesar de que fue notificado, y siguió dándose una buena vida de millonario paseando en yates y jets privados. De hecho, ahora se desconoce su paradero y por ello la Interpol habría emitido dicha orden de captura en más de 190 países.  

La opinión pública en un país dominado por sectas como Tailandia, cree que los niños ricos tienen más posibilidades de escapar de la justicia que la mayoría pobre, y tienen mucha razón. Un caso que lo demuestra es el que sacudió Tai, la capital, hace unos años, y en el que se vio envuelto el heredero multimillonario de Red Bull, Vorayuth Yoovidhya, que por aquel entonces tenía 27 años.

Vorayuth iba a toda velocidad por las calles de Bangkok en su Ferrari, cuando atropelló a un agente de la policía que le había ordenado detenerse, y una vez cometido el acto se dio a la fuga, también a toda velocidad. Incluso dejó guardado el auto en la mansión de la familia, y las huellas dejadas en la carretera llevaron a los policías a la misma casa y al principal sospechoso. Enseguida se armó un revuelo mediático y se dijo que el Jefe de la Policía de la ciudad se había tomado  el caso, y ya el chico había sido arrestado. Lo que nunca fue cierto, pues la verdad es que las autoridades demoraron seis meses en presentar cargos contra el joven a pesar de tener todas las pruebas en sus manos. ¿Por qué? Al parecer el dinero de la familia estaba influyendo en las decisiones de la policía.

Con ese tiempo a su favor, y sin que ello le importara demasiado, el joven millonario se zafó lo que quiso de la justicia. Nunca se presentó a las vistas judiciales a las que debió aparecer por el accidente, mientras su abogado le excusaba diciendo que no encontraba en el país por estar en viajes de negocios. Red Bull patrocina a varios equipos de Fórmula Uno y es una marca que patrocina otros eventos deportivos, así que los ingresos se multiplican rápidamente. Aunque se pensaba que el entonces joven había ideado un plan para ocultarse de las autoridades, lo cierto fue que siguió tranquilamente su vida, como mismo lo estaba haciendo hasta entonces. Ni fue discreto ni mostró arrepentimiento por lo sucedido. En sus redes sociales a pocos días del accidente, se le vio en paseos en yates y jets privados, ya sea por Reino Unido o países de Asia. No llevó una vida más tranquila, solo hizo más de lo mismo, como una burla a las autoridades, mientras la familia guardaba silencio cómplice. Esto no es más que un capítulo más de los históricos privilegios que las familias adineradas tienen en Tailandia. Para un país bajo un gobierno militar desde 2014 y que lleva férreamente el poder, estos desvaríos solo tienen la causa del dinero de los de Red Bull.

Pero ha sido la presión de la gente la que ha puesto en jaque a la policía, al gobierno y a la familia Red Bull en Tailandia, referente al caso del heredero. En abril, Yoovidhya habría salido del país en un avión de la familia rumbo a Singapur, y nunca más se habría sabido de él, y desde entonces la policía no tiene pistas sobre su paradero. Por ello emitieron la orden de captura a la Interpol, y esta ha respondido positivamente, dando la orden y circulando la imagen del joven en más de 190 países. “Este aviso rojo es lo que podemos hacer cuando creemos que es posible que se esconda en otro países”, dijo la policía local cuando anunció la orden que recae sobre el heredero principal del emporio de Red Bull.