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domingo, 17 de septiembre de 2017

El primer caso de parásitos hepáticos se dio hace más de 300 años

Por Elizabeth Almeida

Una autopsia que le fue realizada a una momia del siglo XVII, en una tumba en Corea del Sur ,se ha revelado hoy como el primer caso conocido de parásitos hepáticos en un ser humano. Una infección que se piensa, podría haberse dado mientras se intentaba curar otra enfermedad mediante la ingesta de pescado. Luego de obtener los permisos correspondientes, la Facultad de Medicina de la Universidad de Dankook analizó el cadáver de casi 400 años con un escáner para mirar sus órganos internos y además de descubrir que están aplastados de un lado, muy probablemente como resultado de la gravedad, también detectaron una gran masa dentro del hígado que posteriormente identificaron.

Los casos de parasitosis que afectan a diario a millones de personas a nivel mundial, se ven desde hace miles de años, lo que ha quedado demostrado en estudios llevados a cabo actualmente. Una autopsia que le fue realizada a una momia del siglo XVII, en una tumba en Corea del Sur se ha revelado hoy como el primer caso conocido de parásitos hepáticos en un ser humano; una infección que se piensa, podría haberse dado mientras se intentaba curar de otra enfermedad mediante ingesta de pescado.

El cuerpo de la momia pertenece a un hombre llamado Jing Lee, que murió en el año 1642 a la edad de 63 años. Jing vivió durante la dinastía Joseon en Corea, durante la cual los muertos fueron momificados de una forma que mantenía los cuerpos en un estado de conservación casi perfecto, aunque aún no ha sido descubierto con qué métodos se realizaron estas momificaciones.

Luego de obtener los permisos correspondientes, la Facultad de Medicina de la Universidad de Dankook analizó el cadáver de casi 400 años con un escáner para mirar sus órganos internos y además de descubrir que están aplastados de un lado, muy probablemente como resultado de la gravedad, también detectaron una gran masa dentro del hígado que posteriormente identificaron.

El equipo encargado de la investigación eliminó este elemento y encontró que tenía un gran número de huevos de parásitos en su interior. La investigación, publicada luego en Journal of Parasitology, muestra como los investigadores pudieron identificarlos como Paragonimus westermani, parásitos que normalmente suelen infectar a los humanos cuando comemos alimentarnos de crustáceos de agua dulce. Cuando se consumen ese tipo de alimentos, estos parásitos penetran a través de la pared intestinal y en la cavidad peritoneal y a partir de ahí, pasa por el diafragma hacia los pulmones, o se probablemente se dirige al hígado, como en el caso de la momia descubierta.

Este hecho indica que el cadáver sufrió de paragonimiasis hepática cuando finalmente falleció, y destaca como el caso más antiguo conocido de la enfermedad, cuyos síntomas incluyen fiebre, dolor abdominal y diarreas. Los curioso de este caso es que el fallecido pudo haber contraído la enfermedad tras comer marisco crudo como recomendación médica pues en el momento de la muerte de Jing Lee, el consumo de crustáceos crudos y cangrejos era un tratamiento muy común en la cultura Joseon, ya que los médicos de aquellas épocas creían que beber sus jugos era una forma muy eficiente de tratar el sarampión.

Aunque no hay pruebas que muestren que la momia hubiera estado sufriendo de sarampión, los investigadores explican que podría ser el culpable por el cual adquirió esta infección parasitaria. Cuatro siglos más tarde las personas siguen infectándose por el Paragonimus westermani; se cree que 22 millones de personas se infectan cada año en todo el mundo, la gran parte en el sudeste asiático.

El hígado es el segundo órgano más grande del cuerpo humano y como todos los otros órganos, es también susceptible a las enfermedades. Los parásitos que afectan el hígado se denominan colectivamente como trematodos hepáticos y comúnmente causan la infección son Clonorchis sinensis, Fasciola hepatica y especies Opisthorchis .

La Clonorquiasis afecta las vías biliares distales del sistema biliar cuya razón principal detrás de la transmisión de este parásito en el cuerpo humano es la ingesta de pescado crudo o poco cocinado y la infección puede llevar a carcinoma del conducto biliar que además puede resultar en cirrosis del hígado. Loa habitantes del sudeste asiático son más propensos a la infección por estos dañinos parásitos, ya que consumen mucho pescado crudo hecho en forma de sushi, en su dieta habitual.