Guerra a la vista entre Estados Unidos e Irán
Hace unas semanas, el Departamento de Tesoro de los Estados Unidos impuso una nueva y sorpresiva serie de sanciones a ciudadanos y organizaciones iraníes acusadas de apoyar el terrorismo y el programa de misiles balísticos. En esta lista se incluyeron personas del gobierno a la par de conocidos terroristas, hecho que enfureció grandemente las autoridades iraníes. La respuesta de Irán fue más bien una amenaza militar directa visto que expresó que de continuar sancionando a Irán, atacarán las bases militares de los Estados Unidos en el Medio Oriente, igualmente afirmaron que no detendrán su programa de misiles balísticos.
Si bien consideramos una posibilidad un cambio de política por parte de los Estados Unidos hacia Irán, hoy es una realidad. Tras órdenes del presidente Donald J. Trump, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos ha impuesto una nueva serie de sanciones a ciudadanos y organizaciones iraníes, al acusarlos de estar vinculados con el programa de misiles balísticos iraní junto a otras actividades criminales y hasta terroristas. Tales sanciones fueron ciertamente una sorpresa y ya se prevé otro retroceso en las relaciones bilaterales de ambos países, las cuales estaban afrontando una de sus “mejores” etapas.
El desglose de las sanciones es el siguiente: en total fueron sancionados 16 ciudadanos y organizaciones. Siete de estos son organizaciones, 5 son individuos los cuales los Estados Unidos acusa de apoyar actividades ilegales del ejército iraní, apoyar a los Cuerpos de las Guardias Revolucionarias Islámicas de Irán (CGRII), y apoyar a una organización criminal transnacional con base en Irán de la cual se desconoce el nombre, pero finalmente agrega dos organizaciones que culpan de estar relacionadas con el actual programa de misiles balísticos. Las sanciones procederán en el sentido que bloquearan todas las propiedades e intereses de los sancionados, igualmente le prohíben a los ciudadanos o instituciones norteamericanos de relacionarse con estos.
El nivel de detalle que presentó el Departamento del Tesoro es sin duda impresionante. Su secretario, Steven T. Mnuchin declaró que la presente administración no iba a permitir o tolerar las actividades ilegales de Irán las cuales incluye apoyo a actividades terroristas, un desarrollo malicioso de un programa mortal de misiles balísticos y hasta continuas violaciones a Derechos Humanos. Este además considera que las presentes sanciones mandarán un mensaje alto y claro que los Estados Unidos continuará siendo el policía mundial por lo que no permitirá este tipo de conducto “provocadora y desestabilizadora” de Irán.
Según Mnuchin, con el avanzado nivel que tienen los navíos de ataque y los drones de los Estados Unidos, prevé una continua y fructífera confrontación con las CGRII, así como cualquier otra organización u país que cruce la línea. Lo interesante de este cambio de política es que precisamente un día antes, el presidente Trump había afirmado que Irán estaba cumpliendo con el acuerdo nuclear firmado con anterioridad y que solo faltaba “arreglar algunas lagunas”. Pero en el transcurso de un día la marea cambió completamente.
La respuesta de Irán no se hizo esperar ya que el general y jefe del gabinete iraní Hossein Bagheri amenazó a Washington de sufrir las consecuencias de seguir este camino de sanciones injustas contra Irán. Igualmente confirmó que no pararán su programa de misiles balísticos. Paralelamente declararon que, de ser víctimas de nuevas sanciones, atacaría bases norteamericanas en el Medio Oriente. Además, advirtió a Washington que comparar al gobierno de Teherán con la Guardia Revolucionara es más que una falta de respeto pues consideran a estos terroristas.
Irán continuará el mismo paso que se había trazado. Según Bagheri el poder de sus misiles es defensivo y su existencia no es negociable. Este cambiar de parecer de los Estados Unidos indudablemente hace peligrar el curso de las acciones en el Medio Oriente. Una futura confrontación entre Irán, que tiene que probar que no se someterá nuevamente a las demandas de EE. UU y EE. UU que necesita mantener su status de potencia militar es ciertamente peligrosa y más cuando ya ha ocurrida una amenaza militar directa. Decir que el presidente Trump está confundiendo su agenda en política exterior es decir poco. Solo una persona como él cambiaría de opiniones como las personas cambian de ropa interior. El final de la presente situación está por verse.
