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domingo, 24 de septiembre de 2017

La adolescencia, toda una bomba hormonal

Por Janet Rios

Es bueno recordar que la sexualidad se encuentra presente durante toda la existencia humana pero en la etapa de la adolescencia se vive y manifiesta muy diferente a como se expresa en otras etapas de la vida. En este período brotan sensaciones e impulsos de tipo sexual que se encuentran relacionados con los cambios biológicos que enfrentan todas y todos. Los cambios hormonales provocan que se tengan deseos y fantasías eróticas y que se quiera sentir placer físico a través del propio cuerpo y del cuerpo de otros, especialmente de quien te gusta. Estas sensaciones, por lo general, toman a los adolescentes de sorpresa. Se crea así una sensación de angustia, de temor, incertidumbre y confusión que revolotean por sus cabezas, más aún si ellos no poseen información necesaria o no presentan buena comunicación con sus padres.

Es muy común que, en los primeros años de la adolescencia, los jóvenes, refiriéndome así a ambos sexos, se aíslen del mundo en el que viven, prefiriendo estar solos con ellos mismos. Este hecho se encuentra relacionado con los repentinos y veloces cambios. Es frecuente que se tenga un mejor amigo o mejor amiga, con quien se comparten secretos, confidencias, tristezas y alegrías, así como los deseos más profundos. Con esta persona se quiere estar todo el tiempo, así que cuando no pueden verse, las conversaciones telefónicas, son interminables.

Luego de estos procesos de cambio se vive el enamoramiento. Es muy común en los adolescente tener un amor imposible, al enamorarse de personas mayores o inaccesibles. Esto tiene un propósito muy importante: dar seguridad; lo cual se logra al imaginar o fantasear lo que se quiere, desea y haría, sin tener que enfrentar en la realidad a la persona amada. Con el paso del tiempo, los jóvenes se van sintiendo más a gusto y seguros de sí mismos al estar en contacto con personas del otro sexo.

Generalmente, en la mitad de la adolescencia se vuelven más comunes las relaciones de noviazgo, que son cortas pero muy románticas e intensas. El amor llama por primera vez a sus puertas y el nerviosismo se apodera de ellos fácilmente. En estas épocas también surge la preocupación por decidir si se tienen relaciones sexuales genitales o coitales. Es por ello que se dice que es en esta época de la juventud en que se consolida la identidad sexual de cada individual, es decir, la forma en que una persona se siente, en lo más íntimo de su ser.