La Catedral de Notre Dame necesita cien millones de euros para salvarse
Desde que Víctor Hugo inmortalizara la conmovedora historia del Jorobado de Notre Dame, y fuese reproducida luego por tantos en el cine, entre ellos Disney en 1996, la catedral francesa no ha vuelto al anonimato. Pero 850 años de antigüedad la colocan al filo de la destrucción irreparable y definitiva. Así lo ha declarado el Arzobispo de París, André Vingt-Trois, quien se ha dado a la tarea de recaudar 100 millones de euros (120 millones de dólares), cifra indispensable para restaurar la enorme infraestructura de gárgolas y arcos góticos. Según afirman los especialistas el nivel de deterioro es avanzado, y está originado por causas múltiples.
La situación actual del inmueble ha generado incluso disyuntivas y dudas sobre el proceso constructivo y la integridad de quienes fueron los artífices de la obra. Según afirma André Finot, Director de Comunicación de Notre Dame:
“Quizás a los restauradores del siglo XVIII les timaron con la calidad de los materiales, porque sabemos que en algunos lugares dos piedras fueron cambiadas al mismo tiempo y, mientras que una está intacta, la otra se encuentra en un estado avanzado de degradación”.
El hecho es que por varios siglos no ha sido este motivo de demerito para Notre Dame. Cada año más de 14 millones de turistas visitan la catedral parisina. Tanta afluencia de personas, unido a la contaminación de la ciudad y la antigüedad del edificio, son los factores claves que inciden en el deterioro de uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica en todo el mundo.
Notre Dame fue restaurada por última vez durante el siglo XIX. Actualmente la entrada al lugar es gratuita, es el Estado francés quien invierte 2 millones de euros anuales para su conservación, cifra que como es obvio, no ha sido suficiente. Pese a la alerta, funcionarios de la Iglesia aseguran que visitar Notre Dame continúa siendo una experiencia segura.
La catedral de Notre Dame se comenzó a construir en el año 1163, concluyéndose la obra en el 1345. La monumental arquitectura fue dedicada a María, madre de Jesucristo. Es uno de los monumentos más populares de la capital francesa y el mundo. En su novela Nuestra Señora de París (1831), el también francés Víctor Hugo obsequia un relato que describe la belleza de la gigante Notre Dame. Desde entonces y hasta hoy turistas del mundo entero atraviesan océanos en busca de las imágenes y vistas majestuosas que ofrece la Catedral. Sus esculturas y la acentuada presencia gótica la convierten en un símbolo excepcional.
