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viernes, 22 de septiembre de 2017

La discriminación en la infancia, una realidad frecuente

Por G_nkerbell

Muchos expertos de Naciones Unidas pertenecientes la Unicef, han llevado a cabo varios diálogos internacionales sobre la importante cuestión de la discriminación contra los niños y su inclusión. Se describen asuntos clave sobre la discriminación, con perspectivas sobre la discapacidad, el género, la diversidad étnica y racial y una serie de propuestas para el futuro. Datos de las Naciones Unidas subrayan que muchos de los alrededor de 150 millones de niños con discapacidades en el mundo sufren violaciones de sus derechos humanos básicos debido fundamentalmente al rechazo social que experimentan. La discriminación se perpetúa mediante los perjuicios que consideran las discapacidades de algunas personas como una maldición o un castigo.

Un mal que afecta a la sociedad desde épocas pasadas es la discriminación. Las personas tienen las costumbre de medir a sus pares en cuanto a color de las piel, posición social, país al que pertenece y muchas otras cuestiones que han hecho que a través del tiempo surjan conflictos, guerras, rebeliones, tratando siempre de mostrar que todos somos humanos y por tanto, iguales. Este dilema afecta también a los más pequeños, podría decirse que incluso más que a los adultos, pues cundo u niño se siente rechazado pierde todas ganas de compartir con la sociedad e incluso de vivir.

Es por ello que muchos expertos de Naciones Unidas pertenecientes la Unicef, han llevado a cabo varios diálogos internacionales sobre la importante cuestión de la discriminación contra los niños y su inclusión. Se describen asuntos clave sobre la discriminación, con perspectivas sobre la discapacidad, el género, la diversidad étnica y racial y una serie de propuestas para el futuro. Representantes de varias Organizaciones No Gubernamentales y grupos juveniles, e incluso delegados de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la Discapacidad, se concentran especialmente en la mejor manera de promover los mensajes sobre la discriminación contra la infancia y los planes de acción específicos, fundamentalmente en los programas nacionales.

Datos de las Naciones Unidas subrayan que muchos de los alrededor de 150 millones de niños con discapacidades en el mundo sufren violaciones de sus derechos humanos básicos debido fundamentalmente al rechazo social que experimentan. La discriminación se perpetúa mediante los perjuicios que consideran las discapacidades de algunas personas como una maldición, un castigo y una calamidad, imágenes retrógradas que aún se ven en el mundo actual, donde supuestamente debería primar el conocimiento científico y el auxilio desinteresado, y no las supersticiones y el abandono.

El hecho del rechazo a los niños discapacitados, se agrava ante la inactividad de los gobiernos por cambiar esas situaciones sobre todo en las escuelas y las imágenes negativas que a veces presentan los medios de comunicación. Por supuesto, se ha progresado en cuanto a la discriminación si valoramos décadas anteriores, pero aún falta mucho por conseguir para promover los derechos de los niños con discapacidades.

Se ha hablado mucho también sobre la discriminación contra las niñas y la forma en que un grupo juvenil puede promover la igualdad de género. La psicología ha imperado en esos avances, pues una lección fundamental es que cuando los niños varones más pequeños de las clases más pobres se dan cuenta de que los niños de mayor edad en el mismo grupo respetan a las niñas y cooperan con ellas, también cambian su actitud y comienzan a comportarse de la misma manera, pues se supone que los mayores son el ejemplo a seguir. Pero no solo las niñas sufren una fuerte discriminación, sino también los pequeños con discapacidades usuales como la sordera, que hace que muchas familias sean rechazadas en lugar de ser auxiliadas y contar con oportunidades para desarrollarse en esferas de la sociedad. Muchos de esos niños con discapacidades han resultado, con la ayuda adecuada, excelentes estudiantes y mejores trabajadores, pero para ello se hace necesaria una igualdad en las condiciones respecto a otros niños y un mayor apoyo a su desempeño profesional.

Es por ello que el órgano de las Naciones Unidas ha propuesto medidas para evitar esta discriminación en los menores, entre ellas promover una visión sobre la inclusión orientada hacia la acción; asegurar que los Planes Nacionales de Acción cumplan con los compromisos dirigidos hacia los niños con discapacidades; participar en un diálogo de políticas y una reforma legislativa coherentes, y asegurar la aprobación de leyes que protejan a las personas con discapacidades contra la discriminación; apoyar una red internacional de conocimientos para avanzar la inclusión y el temario de los derechos humanos, fortalecer el apoyo de la sociedad civil a la inclusión y poner en práctica una estrategia coherente para supervisar los progresos y los resultados. Medidas de largo alcance que necesitan una gran cooperación de toda la sociedad en un mundo que, desgraciadamente, está demasiado ocupado y demasiado centrado.