La ilusión de los pilares de luz
Los pilares de luz son líneas verticales muy brillantes que parecen emerger del horizonte hacia el cielo. Estos son un fenómeno óptico formado por la reflexión de la luz del sol o de la luna por cristales de hielo que están presentes en la atmósfera terrestre. Ya que es causado por la interacción de la luz con los cristales de hielo, los pilares de luz pertenecen a la familia de los halos. Los cristales que producen los pilares de luz, son por lo general placas planas y hexagonales, que en situaciones y lugares donde hace mucho frío se mantienen a flote en la atmósfera y tienden a orientarse de manera más o menos horizontal cuando caen por el aire.
Nuestro planeta está plagado de disímiles hechos extraños y misteriosos, a los que siempre tratamos de darles una explicación lógica, aunque en ocasiones la ciencia se queda a un lado. Los pilares de luz que se forman en algunos lugares son un ejemplo de ello; no tienen nada que ver con las auroras boreales, de hecho, pueden aparecer en cualquier parte del mundo que haga frío y haya luz artificial, como en las ciudades.
Estos cristales hexagonales actúan como un espejo gigante que refleja la fuente de luz hacia arriba y/o hacia abajo, creando una imagen virtual. En la medida en que los cristales son alterados por la turbulencia, el ángulo de sus superficies se desvía unos grados de la orientación horizontal, creando un reflejo alargado, como una columna. Mientras los cristales son más grandes, el efecto se vuelve más pronunciado.
El color del pilar dependerá del color de la fuente de luz. Estos son prominentemente visibles cuando el sol se encuentra bajo o por debajo del horizonte. Si son originados de día y por tanto provocados por la luz solar, los pilares se pueden denominar pilar del sol o pilar solar. Los pilares solares no duran mucho tiempo y pueden observarse con más frecuencia justo antes de que el Sol se disipe en el crepúsculo. Los pilares de la luz son visibles por encima del Sol, incluso después de su desaparición en el horizonte. Sin embargo, este fenómeno puede ocurrir también a partir de la luna o de las fuentes terrestres, tales como la iluminación pública de las ciudades.
A diferencia de un haz de luz, un pilar de luz no está ubicado físicamente sobre o por debajo de la fuente lumínica. Es difícil que se produzca éste bello fenómeno debido a las distintas condiciones que tienen que darse al mismo tiempo, e incluso aún se ignorar algunos de los aspectos que influyen en su formación.
Los pilares de luz también fueron conocidos por suscitar falsos informes de OVNIs. Niágara Falls es uno de los lugares donde la niebla de las Cataratas del Niágara hace que el fenómeno aparezca con frecuencia durante los meses de invierno, donde los cristales de hielo interactúan con la ciudad, donde hay varios focos están orientados hacia el lugar con el propósito de creación de prominentes pilares de luz.
Otros fenómenos luminosos con los que pueden confundirse los pilares de luz son las famosas auroras boreales o australes. Estas se dan en el hemisferio norte y en el hemisferio meridional respectivamente, y son un fenómeno luminoso caracterizado por tipos de velos extremadamente coloreados en el cielo nocturno. Ese velo es originado por la interacción entre las partículas cargados del viento solar y la alta atmósfera, por lo que se producen fundamentalmente en las regiones próximas de los polos magnéticos.
