Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

lunes, 25 de septiembre de 2017

La receta de la eterna juventud es el baile

Por Elizabeth Almeida

El tiempo es algo que siempre nos sorprende, a veces no somos conscientes ni siquiera de su paso, pero ahí está, implacable, pero podemos intentar luchar contra él . Los días se transforman en años y los años se transforman en décadas, la vida va pasando, y no hay manera alguna de parar el reloj, solo podemos disfrutar las etapas y vivirlas plenamente. Nadie puede ir en contra de los años, pero algunos luchan contra ellos y se mantienen en forma para mantener la mente siempre joven. Actualmente, muchas personas en el mundo logran alcanzar los cien años de vida, fundamentalmente en países asiáticos. No está claro si es la dieta, la rutina de vida o la combinación de ejercicios en cuerpo y mente, o quizás la mezcla de todos los anteriores, lo que logra que algunos ancianos lleguen al centenario actualmente.

 

En el mundo se llevan a cabo hoy en día muchos proyectos que van destinados a reforzar la vinculación social de las personas de la tercera edad, pues ese grupo poblacional exige un esfuerzo por parte de las otras generaciones, para incluirlos en las actividades que se realizan diariamente, para que se sientan respetados a la vez que protegidos, porque no hay que olvidar que ellos son quienes poseen mayor experiencia de la vida y de la historia. La llegada a esa etapa de la vida, según estudiosos del tema, no frena las ansias de aprendizaje, de comunicación y de integración social de una persona; los ancianos también desean sentirse uno más y también bailan, pasean, se enamoran y disfrutan la vida como los más jóvenes.

Pero a medida que vamos envejeciendo, sufrimos una disminución de la capacidad física y mental, que puede empeorar por ciertas condiciones de la misma vejez como el Parkinson o la enfermedad de Alzheimer. Pero un nuevo estudio, publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience, demuestra que las personas mayores pueden ir en contra de los años y revertir los signos del envejecimiento en el cerebro, gracias al baile.

El estudio manifiesta que el ejercicio tiene un efecto beneficioso en frenar o incluso contrarrestar ese deterioro mental y físico relacionado con la edad, como afirma Kathrin Rehfeld, autora principal de la investigación en la cual indica que han demostrado que dos tipos de ejercicio físico, el baile y los entrenos de resistencia, aumentan esas capacidades de las áreas del cerebro que disminuyen con la edad, a la vez que ayudan a mejorar el equilibrio.

Para llegar a estas importantes conclusiones, los investigadores llevaron a cabo experimentos con la ayuda de un grupo de ancianos voluntarios, de una edad promedio de 68 años, a los que se les asignó un curso semanal que duró dieciocho meses, en el que aprendieron rutinas de baile o entrenamiento de resistencia y flexibilidad. Ambos grupos de ancianos mostraron un crecimiento en la región del hipocampo del cerebro, algo sumamente importante, porque esa área es propensa a disminuir con la edad y se ve mayormente afectada por enfermedades como el Alzheimer. Además, también desempeña un papel clave en la memoria y al aprendizaje, e igualmente en el mantenimiento del equilibrio.

La doctora Rehfeld en sus conclusiones sobre el rol del baile en la tercera edad explica que los diferentes pasos, patrones, formaciones, velocidades y ritmos de una coreografía o rutina de ejercicios hace crear un proceso de aprendizaje de manera constante y muy beneficioso.

Este estudio por supuesto, se enmarca también en las alternativas de inclusión para la tercera edad en la sociedad, y también en una coalición de investigaciones que trata actualmente de desentrañar los efectos cognitivos y neuronales que puede reportar una buena actividad física a lo largo de nuestra vida.