Las mujeres no pueden conducir porque tienen solo un cuarto del cerebro
Las mujeres no tienen derecho a conducir en Arabia Saudita. Según un alto clérigo de ese país árabe, la razón es que solo tienen “un cuarto del cerebro”. Las mujeres solo tienen medio cerebro para empezar, pero cuando salen de compras “terminan con sólo una cuarta parte” afirmó el jeque Saad Al-Hijri en una conferencia sobre “los males de las mujeres que conducen”.
Como consecuencia de ese dislate, al clérigo, que es líder de los fatwas –en la fe islámica es una opinión legal no vinculante pero autorizada – en el reino, se le prohibió predicar, dirigir oraciones y otras actividades de índole religiosas. Un vídeo de los comentarios ha sido ampliamente difundido en Arabia Saudita desde que surgió el miércoles por la noche y ha provocado una enorme reacción en un país donde la prohibición para que las mujeres manejen ha sido objeto de múltiples protestas.
Un hashtag en árabe, cuya traducción sería algo así como “Al-Hijri dice que las mujeres tienen un cuarto de cerebro”, se utilizó de manera viral unas 119 mil veces en apenas 24 horas. Muchos comentarios fueron críticos. “Yo juro por Dios que aquellos que tienen un cuarto de cerebro son ustedes. Es la mujer la que levanta a diario al hombre y ella es el núcleo del éxito”, comentó el usuario Shik en la red social Twitter con visible indignación. No obstante, algunos apoyaron al clérigo. El hashtag “Al-Hijri está con la mujer, no contra ella”, fue utilizado en apoyo del clérigo en 20 mil tweets en también un periodo de 24 horas. Incluso una usuaria comentó: “Soy una mujer y lo que el jeque dijo es correcto. El cerebro de la mujer es completamente diferente al del hombre porque el cerebro de la mujer se asocia a menudo con la emoción”.
Las mujeres no solo no pueden conducir automóviles en Arabia Saudita, sino que en los lugares públicos siempre deben permanecer apartadas de los hombres que no son miembros de su familias. Por si fuera poco, los restaurantes tienen salas separadas para las familias y los hombres solteros. Es una de las sociedades más atrasadas en cuanto a los derechos a la no discriminación de la mujer en el amplio sentido de la palabra, una demanda que sigue marcando al mundo en pleno siglo XXI.
