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lunes, 18 de septiembre de 2017

Las tortugas extintas de la isla Floreana tuvieron descendencia

Por Yamy

A principios del año 2016 se reportó que investigadores del Parque Nacional Galápagos, en Ecuador, iniciarían la fase final de un proyecto de recuperación de dos de las especies de tortugas gigantes que resultaron extinguidas durante los últimos años en las islas Pinta y Floreana. Más tarde, un estudio científico ha confirmado la existencia de ejemplares en la isla Isabela tienen los genes de la especie desaparecida en la isla Floreana hace más de siglo y medio.

La tortuga gigante de Floreana es una especie extinta y una de las 10 originarias de las islas Galápagos, en la nación ecuatoriana, específicamente endémica de la isla Floreana. El primer registro que se tiene de esta tortuga data del año 1824; pero llegó a extinguirse un poco después. En la actualidad solo es conocida por restos subfósiles.

Recientemente, un equipo internacional multidisciplinario de investigadores informó sobre la viabilidad de un proyecto de recuperación de una especie de tortuga gigante autóctona de la isla Floreana, en las Galápagos, Ecuador, que hasta ahora se consideraba extinguida desde hace 150 años. Después de cinco años de intensa búsqueda, los científicos pudieron localizar en las laderas del volcán Wolf, en la isla Isabela, diversos ejemplares genéticamente puros, o quizás híbridos, de la tortuga gigante que habitaba en la isla Floreana. En la actualidad forman parte de un proyecto de cría en cautiverio y próximamente serán reintroducidos al medio natural.

En un artículo científico publicados hace apenas unos días en la revista digital “Scientific Reports”, los investigadores refieren que porque las islas Isabela y Floreana se encuentran a más de 150 kilómetros de distancia, es imposible que las tortugas hayan podido desplazarse de una isla a otra de forma natural, pero, curiosamente, hace siglos piratas y cazadores furtivos que merodeaban esos territorios podrían haber trasladado algunos ejemplares y ahora pudieran ser los responsables indirectos de su futura recuperación.

Al respecto, el gobierno de Ecuador ha anunciado que con la confirmación científica del hallazgo de ejemplares de la tortuga gigante de la Florensa (especie Chelonoidis niger, conocida también como Chelonoidis Elephantopus) se ven reforzados los trabajos de cría en cautiverio y la repoblación en la isla Floreana.

El proyecto Iniciativa para la Restauración de las Tortugas Gigantes (GTRI), liderado por la Dirección del Parque Nacional Galápagos y la organización Galapagos Conservancy, puso en marcha en 2015 una expedición al volcán Wolf, en la isla Isabela, con la intención de localizar la mayor cantidad de tortugas gigantes tipo montura; y fueron trasladados 32 ejemplares al Centro de Cría en Cautividad Fausto Llerena, en la isla Santa Cruz. El objetivo era buscar indicadores de ascendencia genética de dos especies de tortugas tipo montura extinguidas de las islas Floreana y Pinta.

De las 32 tortugas colocadas en el centro de crianza, ninguna posee genes de la especie de la isla Pinta (Chelonoidis Abingdonii), pero de ellas 19 sí tienen ascendencia de tortuga de la isla Floreana. De acuerdo a un muestreo genético se logró identificar la existencia de ejemplares con genes de la tortuga que se consideraba extinguida hace más de un siglo.

A partir de los análisis genéticos que sugieren la existencia de un espécimen puro habitando en volcán Wolf, se inició la búsqueda de un posible sobreviviente. Y con la utilización de métodos específicos de identificación genética se pudo asignar los ejemplares a su especie de forma precisa, pues en el 2012, luego de estudiar las muestras mediante un software especializado surgió la posibilidad de que exista al menos un ejemplar puro y otro con alto contenido genético habitando el volcán Wolf.

El Ministro de Ambiente de Ecuador, Tarsicio Granizo, indicó que aunque generalmente las noticias sobre especies están más inclinadas a mencionar su extinción y los efectos dañinos de las acciones del ser humano, afortunadamente con los resultados de la investigación se está demostrando al mundo que es posible revertir los efectos negativos sobre la naturaleza, y recuperar una especie que se creía extinta. Asimismo, la asesora científica de Galapagos Conservancy y también coordinadora del GTRI, Linda Cayot, afirmó con entusiasmo que hace tan solo unos años era impensable y ahora todo apunta a que será una realidad poder lograr la restauración, aunque sea parcialmente, de la extinta especie de tortugas de Floreana.