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domingo, 10 de septiembre de 2017

Los mándalas: un mapa de nuestra espiritualidad

Por G_nkerbell

Los mándalas están compuestas por un centro circular, así como por la representación de los cuatro puntos cardinales. Aunque, si comparamos diferentes dibujos de mándalas, lo primero que veremos es que estarán disponibles en toda una gran variedad de diseños y de colores. Cuando una persona se pone a trabajar con mándalas para colorear, una actividad que cada vez cobra más fuerza, es como hacer un viaje hacia el interior de nosotros mismos, para conocernos mucho mejor. Los expertos aseguran que, tan solo con colorearlos, conseguiremos iluminar ciertas zonas de nuestra progresión en la vida, áreas que nunca habíamos visto con anterioridad, y que ni tan siquiera podríamos haber pensado que se encontrasen allí.

Un mándala es un concepto que llega a nosotros desde la antigüedad, siendo usado generalmente en el ámbito religioso. Y es que el propio concepto tiene un significado muy interesante ya que la palabra mándala viene directamente del sánscrito y se puede traducir a nuestro idioma como “Circulo Sagrado”. Se asocian generalmente con la idea de totalidad, sanación, unificación y con el concepto de infinito o absoluto.

Los mándalas tienen forma de círculo, la forma perfecta, por lo que se han asociado con ideas  como el infinito, la eternidad y el cosmos en general. Si nos ponemos a pensar, entonces nos daremos cuenta de que realmente la inmensa mayoría de los elementos que tenemos a nuestro alrededor evolucionan siguiendo una línea circular.

Por ejemplo, los planetas y las estrellas tienen forma circular al igual que los átomos, moléculas y células, precursores de la vida y de cualquier elemento que conozcamos. Incluso hasta en nuestro cuerpo veremos muchas formas que tienen una forma redonda.

Y es que también tienen una connotación psicológica muy característica, ya que se asocian directamente a nuestra forma de ser. Pueden representar nuestra manera de pensar, mucho más allá de cuestiones como nuestra edad, de si somos hombres o mujeres, de nuestras ideologías religiosas o culturales, étc.

Aunque pueda parecer algo absurdo, nos sentiremos mucho más sabios al haber encontrado paz mental, siendo capaces de reflexionar de forma más detenida sobre cualquier problema y obstáculo en el camino, para saber lo que hacer ante él. Siempre podemos colorearlos en base a los tonos que más nos gusten, pero la elección del color no se debe de tomar a broma. Para poder ayudarte a encontrar el color perfecto, vamos a comentar los significados de los colores principales.

El color rojo se asocia con el amor, fuerza, pasión, sensualidad, unión, resistencia, aunque también con otros sentimientos algo complicados de tratar como puede ser la ira y el odio. El color naranja se relaciona con la suerte, optimismo, confianza, capacidad de supervivencia y nos ayuda a reforzar nuestra autoestima, además de que podamos ver con más claridad cómo llegar hasta a los objetivos que nos hemos propuesto.

El amarillo se asocia con el bienestar, con la perseverancia a la hora de conseguir nuestros objetivos, con el desarrollo y el crecimiento personal. El color verde siempre se asocia con la curación, con el bienestar, con el crecimiento. El azul nos proporciona sensación de calma y de seguridad y nos sirve para poder expresar más fácilmente nuestros sentimientos.

El violeta es, probablemente, uno de los más especiales, aunque es algo complejo de entender. Nos ayudará a poder contactar con el cosmos, llevando  nuestro poder creativo hacia cualquier arte. Otra tonalidad que también se asocia con la comunicación, aunque en este caso más bien con la de nuestro cuerpo en conjunción con nuestra mente. Fomenta nuestro control sobre las emociones; estimula nuestra confianza y revitaliza la energía vital, para que pueda repartirse de forma eficaz a lo largo de todo nuestro organismo.

Y terminamos con el color rosa que se asocia con las relaciones personales; con la amistad, la comunicación, la sensación de reconocimiento. Los mándalas de color rosa ayudan también a equilibrar los sentimientos, permitiéndonos  decir a cualquier persona lo que estamos pensando, incluso hasta lo más difícil.