Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Mundialistas históricos de Sudamérica en la cuerda floja

Por Aliet Arzola

Si el doble campeón de América y el equipo que tiene a Leo Messi en sus filas, entre otras grandes estrellas, andan metidos en complicaciones para clasificar al venidero Mundial de Rusia 2018, algo ha cambiado en el panorama futbolístico del Cono Sur. Chile, flamante campeón de la Copa América en 2015 y 2016, está sumergido en una racha negativa que va más allá de los resultados, pues su juego no tiene nada que ver con aquel estilo voraz liderado por Vidal y Alexis, y lo mismo le sucede a Argentina, a la que ni Messi, ni Dybala, ni Sampaoli logran sacar del ostracismo y elevarla a los sitiales en que debería ubicarse por la profundidad de su plantilla.

La albiceleste, en su feudo del Monumental de Buenos Aires, tenía a tiro meterse en los cupos directos al Mundial, pero un magro empate ante los colistas venezolanos los deja con la misma incertidumbre con la que afrontaron las dos fechas recientes. Messi, Icardi, Di María, Dybala, Pastore o el revalorizado Lautaro Acosta, en su momento promesa del Sevilla, no pudieron derribar el endeble muro de la escuadra venezolana, que había permitido 34 goles en sus flojas presentaciones anteriores. Pero Argentina, si  bien es el segundo elenco que menos tantos permite en la carrera mundialista de Sudamérica, es la que menos anota, con solo 16 dianas en igual cantidad de salidas. Con semejante ritmo, no es de extrañar que se ubiquen en el quinto puesto, el cual solo les da acceso al repechaje contra Nueva Zelanda. Ante los venezolanos, por ejemplo, su único tanto llegó por un gol en propia puerta de Feltscher, que salvó los muebles y una catástrofe sonada, pues ya los morochos tenían ventaja gracias a la anotación de Murillo.

Messi volvió a cabalgar al frente de la albiceleste, pero sus remates se estrellaron en la anatomía de un efectivo Fariña, arquero venezolano que frustró los ataques de Icardi y Dybala, incisivos en materia ofensiva, buscando probar que la apuesta de Sampaoli por ellos en lugar de Agüero e Higuaín no es descabellada. Pero ninguno de los dos tuvo suerte, como tampoco Di María, quien se retiró lesionado y dejó su lugar a Marcos Acuña, a la postre actor principal en el gol del empate argentino. Más allá de estas individualidades, el gran problema de los gauchos es que no encuentran un accionar colectivo sólido, ni siquiera con la revolución táctica que suponía la llegada de Sampaoli, hombre que condujo a Chile por caminos dorados y también mostró clase en su corta etapa en el Sevilla. Lo cierto es que el técnico deberá trabajar mucho en la planificación de los encuentros venideros ante Perú y Ecuador, cruciales para que su equipo logre meterse directo en el Mundial.

Otro conjunto histórico de Sudamérica que se tambalea en la cuerda floja es Chile, que con Juan Antonio Pizzi no ha logrado la misma eficiencia en partidos cruciales.Si algo distinguió a La Roja de América en los tiempos de Sampaoli fue su pegada en los episodios decisivos, virtud que en los tiempos más recientes no se ha visto en un plantel repleto de estrellas. El último tropiezo de los chilenos fue contra Bolivia en la incómoda altura del Hernando Siles, en La Paz, donde Juan Carlos Arce los fulminó de penal antes de que explotaran los pulmones de la marea roja, cuyas olas no hicieron demasiado daño. Bolivia, que está eliminado de cualquier posibilidad clasificatoria al igual que Venezuela, asestó el duro golpe a la gestión de Pizzi, quien ahora tendrá que replantearse los venideros pleitos, en los cuales la obligación es ganar si desea no quedarse fuera del festín ruso.

A su favor está el hecho de que el venidero pleito será contra los ecuatorianos, escuadra bastante floja en esta carrera, pero su cierre llegará ante los brasileños, punteros y ya asegurados en el Mundial. Si bien es posible que para esas fechas Tite refresque a alguno de sus baluartes, un partido en Sao Paulo en la conclusión del proceso clasificatorio siempre es complicado. Pero lo peor en el camino de los chilenos es que no dependen de sí mismos, pues deben esperar a fracasos de Argentina, Perú, Colombia o Uruguay, los otros que acompañan a Brasil en los puestos de cabecera de la tabla.