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martes, 26 de septiembre de 2017

Neymar y el PSG se toman un refresco

Por Aliet Arzola

Entre modelos y en continuas fiestas se ha visto a Neymar por estos días, una manera muy original de quitarse de su mente los problemas que ha tenido en el campo con su compañero Edinson Cavani. Que si los penales los tira el brasileño o el uruguayo se convirtió en la mofa mundial el pasado fin de semana, cuando ambos mostraron su inconformidad en el campo en el duelo ante el Olympique de Lyon. Muchas personas han esperado toda la semana para ver si repetía la historia en el choque con Montpellier, pero al final Neymar no ha sido convocado por lesión.

Unai Emery no ha querido correr riesgos con la joya de la corona del plantel capitalino, quien hasta el momento ha cumplido las expectativas con goles y asistencias en sus primeras presentaciones con la camiseta parisina. De cualquier manera, parece muy conveniente la aparición de una lesión tras el episodio de la pasada semana con Cavani, el cual puso a temblar el vestuario francés, pues se comenta que tras el partido con el Lyon, tuvieron una fuerte discusión en los camerinos, y todo por tirar o no un penal.

Cavani, quien lleva mucho más tiempo en la entidad, se siente con el derecho de lanzar cada golpe franco, mientras Neymar, por quien se pagaron más de 200 millones de euros, considera que debe acaparar todos los focos y tener más protagonismo en cada una de las cuestiones del once. Ambas visiones guardan cierta lógica, pero ello no puede implicar que se arme una guerra civil que lastre las opciones de un equipo soberanamente fuerte, el cual puede aspirar a levantar cada trofeo que dispute. En este punto, es crucial el papel y la personalidad del técnico, Emery, quien sospecho no tiene todas las herramientas para controlar los egos en un plantel plagado de estrellas, así como el liderazgo del capitán Thiago Silva, un profesional que, pese a ser brasileño, no debería inclinar su veredicto a su compatriota Neymar.

Por ahora, tal parece que Silva se ha puesto más en el papel que le toca, porque luego del incidente el manager se limitó a confirmarlo pero no ha dado pistas de acciones para frenar la tensión entre las dos estrellas. Silva, en cambio, fue portavoz y traductor de Neymar en las disculpas públicas que el ariete, ex del Barcelona, proclamara ante el vestuario por su comportamiento de fechas anteriores. No hay referencias sobre el criterio de Cavani al respecto, porque el uruguayo no ha dicho ni media palabra y ha conservado su rol de macho alfa, ese que ha ganado tras sobrevivir a la competencia con una fiera como Zlatan Ibrahimovich, quien se marchó al Manchester United luego de terminar su contrato en París.

Esa carta avala al delantero charrúa, aunque habría que ver cuánto soportan los jeques del PSG un enfrentamiento interno que involucre a Neymar, pues por él se pagó una cifra de dinero desorbitada. Dicho de otra forma, hay que evaluar el nivel de incidencia de los millonarios en la dinámica del equipo y también su postura o favoritismo en una guerra entre Neymar y Cavani, de la cual, supongo, el uruguayo saldría perdiendo y posiblemente traspasado a otro conjunto.

De momento, las ligeras molestias de Neymar lo apartan de la convocatoria para el duelo en Montpellier y posponen el debate entre los dos jugadores, el cual seguramente continuará la próxima semana en el enfrentamiento de Champions contra el Bayern de Munich. La ausencia del brasileño en la continuación de Ligue 1 no representa no un dolor de cabeza para el equipo ni un riesgo de pinchazo, pues presentarán una delantera con Cavani, el joven Mbappé y el alemán Draxler, tres atacantes que pueden desarticular la más férrea defensa. Pero no lo duden, más adelante, si siguen los problemas, una línea ofensiva sin Cavani también sería letal, y si el uruguayo se interpone en los intereses del PSG en el mercadeo con Neymar, considero que él sería el damnificado y no el brasileño.

De cualquier forma, habrá que esperar para ver el desenlace de esta novela, que promete quién sabe cuántos capítulos, porque ninguno de los dos jugadores se caracteriza por callar sus pensamientos. Ya Neymar salió de Barcelona buscando mayor protagonismo y, quizás, un Balón de Oro, por lo que no sería raro que montara una rabieta en París y Cavani termine en otros lares. Por ahora, afortunadamente, apareció una lesión que permite que Neymar, Cavani y el PSG se tomen un refresco.