No más maltratos a la infancia
Expertos de Unicef aún se sorprenden ante la amplitud y la variedad y los tipos de violencia contra los niños y los diversos entornos en los que estos la sufren, que a menudo son exactamente aquellos donde los infantes deberían esperar protección, como el hogar y la escuela. Para evitar este tipo de situaciones, en varios países se han llevado a cabo varias iniciativas, como en Suecia, por ejemplo, donde está prohibido jurídicamente el castigo corporal. La cuestión de los niños en residencias infantiles y los niños privados de su libertad es también un tema a tener en cuenta cuando se habla de violencia infantil.
La violencia y el maltrato infantil son males tan atroces como habituales en el mundo de hoy. Millares de niños en el mundo son sometidos a algún tipo de violencia que puede venir tanto de la familia, como de conocidos e incluso de sus mismos compañeros de colegio, por problemas de discriminación. Pero hay algo que está claro, aunque es habitual, es un problema que incluye a la infancia y requiere la toma de acciones para su control y erradicación. Muchas organizaciones han promovido un estudio sobre todas las formas de violencia contra los niños, pues hay demasiados casos en todos los países del mundo referidos todos tipos de abusos y maltratos.
Expertos de la Unicef aún se sorprenden ante la amplitud y la variedad y los tipos de violencia contra los niños y los diversos entornos en los que estos la sufren, que a menudo son exactamente aquellos donde los infantes deberían esperar protección, como el hogar y la escuela. Para evitar este tipo de situaciones, en varios países se han llevado a cabo varias iniciativas, como en Suecia, por ejemplo, donde está prohibido jurídicamente el castigo corporal.
La cuestión de los niños en residencias infantiles y los niños privados de su libertad es también un tema a tener en cuenta cuando se habla de violencia infantil, pues existen cuestiones en esos centros como la pena de muerte, las torturas durante los interrogatorios que no toman en cuenta la edad, el maltrato en las instalaciones juveniles, los procedimientos ilegales y arbitrarios, el encarcelamiento de niños soldados con adultos y las pésimas condiciones que existen en los centros de detención, y que a menudo conducen al maltrato. Los especialistas indican que la privación de la libertad debe ser la última opción y que bajar la edad de imputabilidad es un error, además critica la falta de acción en el consumo de drogas y el maltrato que reciben los menores de algunos centros penitenciarios y también el estado edilicio de estos.
Por ello se realizó hace unos años en los Países Bajos una campaña contra la pena de muerte para los niños menores de 18 años, y sus integrantes resaltaron el importante papel que puede desempeñar la comunidad de donantes en la asistencia a una justicia juvenil basada en los derechos humanos. Otras naciones llevaron a cabo también una reforma de la justicia juvenil que seguía las bases de la Convención sobre los Derechos del Niño y otras normas internacionales. Rumanía, por su parte, subrayó la reforma de su sistema de protección en Francia, que redujo considerablemente el número de niños en instituciones.
También, los representantes de numerosos países de las Naciones Unidas, llamaron la atención en la importancia de un enfoque integral para abordar las cuestiones relacionadas con la justicia juvenil. Reconocieron que aun hay en todo el mundo infantes que viven en residencias infantiles o estaban privados libertad, por lo que sobresale la necesidad de realizar una mejor labor para garantizar que los niños puedan crecer en un entorno familiar siempre que sea posible o al menos en lugares agradables y adecuados para su edad. Señalaron que la privación de libertad debería ser una medida que se tome en última instancia y por el menor tiempo posible.
Es por ello que se han trazado varios objetivos en todas las naciones, como garantizar que la violencia y el maltrato sean eliminados en todas las residencias infantiles, iniciar una campaña mundial contra el encarcelamiento de los niños; realizar otra de movilización en los planos nacional, regional e internacional para conseguir la reducción del número de infantes que viven en residencias infantiles o están detenidos.
