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lunes, 11 de septiembre de 2017

Parte del ADN está formado por restos de virus

Por Yaima

Cuando pensamos que todo está estudiado y que no encontraremos más nada nuevo en el campo científico, los eruditos desmienten nuestro pensamiento. Ahora resulta que nuestro genoma está formado hasta en un 8% por material genético de retrovirus endógenos. Cuando en principio un equipo de investigadores descubrió ese comportamiento especularon que se trataba de “basura genética”, pero en realidad los retrovirus endógenos son una especie de virus “fosilizados” que están presentes desde hace millones de años en nuestro genoma.

Se trata de restos de infecciones virales prehistóricas que afectaron a las células germinales de nuestros antepasados, y lograron insertarse en el material genético que después se fue pasando de generación en generación durante millones de años, hasta llegar a nosotros. En la actualidad, se estima que esas secuencias virales de ADN, conocidas como HERV (Human Endogenous Retrovirus) conforman hasta el 8% de nuestro genoma. Y a pesar de que su presencia resulta significativa en nuestro ADN, estos restos de virus no son patógenos, sino que no pueden replicarse porque suelen ser trazas defectuosas de material genético mutado o incompleto.

La incógnita que se impone es acerca de su posible afectación para la salud humana, y este precisamente constituye objeto de estudio y debate entre diversos expertos. Algunos opinan que los retrovirus endógenos no son tan insignificantes como antes se entendía.

Según refiere la página digital BBC Mundo, de acuerdo con el experto David Aldo de Luca, médico dermatólogo especializado en biología molecular, durante años no se conocía muy bien el origen de los retrovirus endógenos. Solo se sabía que era una especie de espacio sin una función clara entre lo que realmente era útil en el genoma humano. El médico investigador indica que esa percepción empezó a cambiar hace 15 o 20 años con el estudio pormenorizado del genoma humano.

Desde entonces varios equipos de investigación concluyeron que los retrovirus endógenos pueden secretar proteínas, y de esa manera potencialmente afectar aspectos como la expresión de otros genes o la progresión de determinadas enfermedades.

El doctor David Aldo de Luca, que en la actualidad trabaja en un centro médico de Luanda, en Angola, se encargó de estudiar el rol particular que los retrovirus endógenos juegan en un tipo de cáncer de piel, el melanoma. El especialista en dermatología, afirma que aunque los HERV permanecen inactivos a lo largo de la vida, pueden ser reactivados bajo ciertos estímulos y mutaciones genéticas. Por tanto sugiere que en el caso del melanoma varias proteínas aportadas por el retrovirus endógeno conocido como HERV-K podrían estar relacionadas con una mayor malignidad del tumor.

Al mismo tiempo, un equipo de investigación de la universidad sueca de Lund pudo descubrir que los retrovirus endógenos pueden afectar la expresión de los genes de un individuo. Un estudio con los resultados ha sido publicado este año en la revista científica “Cell Reports”, y en él se sugiere que el ADN de ciertos retrovirus endógenos ejerce cierta influencia sobre la producción de proteínas que a su vez regulan la expresión o pueden silenciar a los genes “normales” que se encuentren adyacentes al material genético del HERV. Y como el ADN de los retrovirus endógenos está situado en distintas partes del genoma de cada persona, ese mecanismo que tiene la capacidad de silenciar afectaría a distintos individuos de manera diferente.

De esa manera, según las conclusiones de los científicos, los HERV pudieran tener algún tipo de función como herramienta para la diversidad genética. Sin embargo, aún queda mucho por estudiar para ratificarlo porque desafortunadamente es un área todavía poco explorada, y según Aldo de Luca, es difícil hacer estudios en este campo.