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jueves, 7 de septiembre de 2017

Pilar no podrá llevar el apellido Dalí

Por Eme

Después de provocar la ira de la Fundación Gala-Salvador Dalí, con la exhumación del cuerpo del pintor para probar la supuesta paternidad, el resultado fue negativo para Pilar Abel Martínez. Podemos decir que, mientras no se diga lo contrario, el famoso genio del pincel sigue sin descendencia. Abel había conseguido sin pruebas reales y una historia tomada por los pelos que un juzgado le aprobara la exhumación para realizar la prueba de ADN. La Fundación siempre se mostró en contra de la medida y de la historia, en la cual nunca creyó. Por supuesto, la Fundación tampoco quería compartir herencia.

Pilar llevaba una década asegurando que era la hija de Salvador Dalí, pintor surrealista que falleció en 1989 sin dejar descendencia conocida. La fundación, quien se encarga del patrimonio del artista, siempre se opuso a la débil historia de la supuesta hija, pero Abel consiguió abrirse camino y pedir, hace dos años, la exhumación del cuerpo del genio para probar su vínculo genético. 

Pilar, quien nació en 1956 en Figueres, y dice ser fruto de una relación que pasó de amistad a amor en poco tiempo, entre el pintor y su madre. Pilar decía que su madre, a pesar de tener algunas lagunas y estar impedida de la cintura para abajo, es la persona que más la había animado en la idea de conseguir certificar la paternidad de Dalí. ¿Qué conseguiría con ello? Pues primero llevar el famoso e ilustre apellido y todo lo que ello contrae, las muchas puertas que abre, heredar el 25% del patrimonio, y los beneficios de los derechos de autor de Dalí. Pero Pilar al parecer se ha quedado vestida para la fiesta, porque el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses le entregó a la Fundación el comunicado donde se confirma la teoría que ellos defendían, que Pilar y Dalí no tenían ningún vínculo especial.

La Fundación dijo que se excluía a Salvador Dalí como padre biológico de María Pilar Abel Martínez, y sumó que nunca hubo una prueba que indicara un ápice de veracidad a la historia de Pilar, y su pretendida paternidad. Tras el conocimiento del resultado por la Fundación, Pilar y su abogado dijeron que hasta que no vieran el resultado no iban a declarar nada al respecto. Aunque aclaró que no se escondería fuese cual fuese el resultado y que igual daría una rueda de prensa, pues si salía negativo, seguiría siendo la misma Pilar de siempre.

La Fundación por su parte se la tomó con el juzgado que aprobó la exhumación del cuerpo del pintor, calificándola de inadecuada, desproporcionada, improcedente e inútil, como a la larga se demostró. Todo ello aquejando costos, y perjuicios de todo tipo, y en la que ellos no cruzarán los brazos, y prometen acciones. La exhumación fue considerada la única opción en este caso para estudiar el ADN de Dalí, porque no existían a la mano otros restos biológicos del pintor que sirvieran para concluir la querella que tanta polvareda había levantado. Con el resultado negativo, la Fundación pudiera decir en un sencillo castellano: “Os dije”.

La Fundación concluye que con el resultado se pone fin a una absurda y artificial polémica, y el apellido Dalí quedaba desligado de cualquier pretensión infundada. El apellido y la herencia, muy cuantiosa. Para conseguir los datos se habían extraído uñas, dientes y dos huesos largos del pintor, que deberán ser devueltos, por lo que Dalí tendrá que ser enterrado tres veces. Algo que le habría encantado al genio surrealista saber, y que seguramente le habría dado tema para uno de sus cuadros. El juicio, con sitio en Madrid, tiene fecha para el 18 de septiembre, y con esta prueba ha de ser concluyente que el hijo más genial de Portlligat, no tuvo descendencia alguna, que era él y su maestría.