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sábado, 23 de septiembre de 2017

Sanders, el presidenciable

Por LauraB

El senador independiente por el estado de Vermont, Bernie Sanders, podría volver a meterse en la carrera por la Casa Blanca en el año 2020. Sanders, considerado un outsider dentro de la política norteamericana, no ha dado una respuesta pública sobre el asunto por el momento. No hay que olvida la fuerte  lucha que mantuvo con la exsecretaria de Estado y exprimera dama, Hillary Clinton, por el Partido Demócrata. Para ello, Sanders creó un movimiento social integrado mayoritariamente por jóvenes millennials y hacia ese público centró todos sus esfuerzos. A sus 75 años, Sanders se valió inteligentemente de la apatía juvenil hacia el establishment.

Esa herramienta lo posicionó bien dentro del complicado sistema político estadounidense.Aunque no ganó las elecciones, el carismático político tensó bastante el sistema electoral y a los contendientes. Bernie Sanders defiende el socialismo –“made in USA”, por supuesto-, en un país donde el término es casi una mala palabra. Su discurso es radical pero con guiños hacia el progresismo.

Muchos lo compararon incluso hasta con el actual presidente Donald Trump por su fuerza a la hora de plantar su mensaje dentro de los posibles votantes.

Sus orígenes políticos datan de la década de los años 70 cuando intentó llegar al Congreso por el gobierno de Vermont, un pequeño estado de Nueva Inglaterra, pero afiliarse a ninguno de los partidos. Al no lograr su objetivo se volvió el alcalde y cuando terminó ese ciclo volvió a la carrera por el Congreso. En el año 1991fue elegido como único representante de Vermont en la Cámara Baja.

En 2007 se presentó al Senado y ganó por el voto popular. Este hecho fue sumamente importante porque era un outsider que se impuso al Partido Demócrata, del cual siempre estuvo en simpatía pero con el ala más izquierdista.

Sanders peca de demasiado progresista en un país que se las da de liberal, pero en el fondo está controlado por una élite sumamente conservadora. La plataforma política de Sanders se basó en subir los impuestos a los ricos, una sanidad universal, aumentar el salario mínimo, más energía verde, menos gasto en Defensa, más gasto en infraestructuras.

En el fondo sus propuestas hablan de reducir la desigualdad social en uno de los países más complicados del mundo. A pesar de lo revolucionario de sus ideas tiene pendiente lograr captar la atención del votante promedio en Estados Unidos, sobre todo aquellos que tradicionalmente votan por el Partido Demócrata.

El fenómeno Sanders podría volver en la carrera por ocupar la Casa Blanca. Habría que ver si en el 2020 el país está preparado para el progresismo que promete. Todo depende de si se mantiene o no el descontento de los norteamericanos hacia los partidos tradicionales. Romper el bipartidismo en Estados Unidos sería el primer gran reto del senador por Vermont.