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sábado, 16 de septiembre de 2017

Terremotos y huracanes: ¿hijos del cambio climático?

Por Yamy

Desde que el mundo es mundo existen los desastres naturales, al menos eso afirman los científicos que dedican sus estudios a esa rama de la ciencia. Llama mucho la atención la ocurrencia de potentes terremotos y huracanes que han coincidido al mismo tiempo. Durante estos días hemos estado siguiendo la trayectoria de Irma, un huracán que ha roto varios récords y ha provocado muchísimo daño a su paso por el Caribe. Muy cerca, en México, ha sido noticia un terremoto de una magnitud de 8.2, muy fuerte. Que sucedieran ambos fenómenos me ha puesto a pensar que quizás también simultáneamente en algún otro lugar distante del mundo ha habido una erupción volcánica, una tormenta de arena o una helada tremenda. ¿Será entonces que el incremento de estos fenómenos naturales se relaciona y acontece en respuesta a que el sistema climático se está calentando?

Parece ser que esta época que estamos viviendo sí muestra una real  intensificación de los fenómenos naturales, y que no es solo percepción amateur. Se trata de lo que venimos hablando hace tiempo: el cambio climático originado por la contaminación y el calentamiento global, fundamentalmente como resultado de la acción indirecta del ser humano, muchas veces de manera irresponsable por la falta de conciencia o porque, simplemente, no le importa.

Sin embargo, algunas fuentes expresan que no existen las pruebas reales del porqué se han recrudecido los desastres naturales, y que aunque los científicos dedican todos sus esfuerzos a buscar las causas vinculándolos directamente al cambio climático, la verdad es que se mantiene en una hipótesis; pero sí existen argumentos que justifican tal comportamiento, y son razonables, entendibles.

Por ejemplo, los huracanes se alimentan de aire cálido y húmedo, es por eso que es el Verano el momento idóneo para que los océanos provoquen su formación a través de sus aguas templadas. La coincidencia de los vientos y la humedad del mar producen fuertes presiones que ocasionan los vientos huracanados. Estadísticamente la temperatura de los mares, y del planeta todo, ha aumentado. Desde 1950 se vienen registrando incrementos considerables en las temperaturas con valores desiguales a todos los registros anteriores; y según los expertos, se estima que durante este siglo la temperatura superficial de la Tierra suba aún más. La principal causa asociada es la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, el metano y óxido de nitrógeno, por el hombre.

Las predicciones apuntan a que si se calientan más los mares, más intensos podrán ser los fenómenos meteorológicos que puedan surgir.

En cuanto a los terremotos, la teoría que fundamenta su exacerbación está dada porque cuando los glaciares se derriten, ese peso que antes era sólido es removido y las tensiones y las fuerzas de las rocas que están debajo, un cierto modo, suprimidas, vuelven a surgir. La liberación de esa presión puede desencadenar erupciones volcánicas y movimientos de tierra submarinos que pueden dar lugar a terremotos y, como consecuencia de ellos, tsunamis. En otras palabras, el aumento del nivel del mar puede ocasionar un aumento de “peso del océano” y generar movimientos de placas en la corteza terrestre. Como ya venimos diciendo, y lo haremos hasta el cansancio, la pérdida de hielo de Antártica y Groenlandia se está acelerando por el incremento de las temperaturas en el planeta. El derretimiento no tiene otra explicación, ese fenómeno químico se produce cuando la temperatura externa se eleva. Y, además, entendidos en el tema explican que el aumento del nivel del mar en este siglo XXI será mucho más alto de lo que se esperaba.

Casi siempre cuando hablamos sobre el calentamiento global, sus consecuencias son asociadas a la sequía, la desertificación, el aumento del nivel del mar y las inundaciones costeras, pero como podemos deducir, el cambio climático no sólo afecta a la atmósfera y a los océanos, sino también a la corteza terrestre porque toda la Tierra es un sistema interactivo. Desastres naturales como terremotos y erupciones volcánicas pueden ser más frecuentes si continúa el calentamiento global.

De modo que si antes de nuestra civilización, los cambios climáticos más abruptos fueron iniciados por los volcanes que se desataron en erupciones y cambiaron a todo el planeta para prácticamente empezar de cero, ahora el hombre es el único responsable. Los científicos suponen que si logramos entender cómo fueron los acontecimientos geológicos antes de nosotros, pudiéramos encontrar la clave para solucionarlo. Lamentablemente, las investigaciones científicas avanzan más rápido que la acción de las políticas actuales para reducir los efectos del cambio climático.