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jueves, 28 de septiembre de 2017

Uber se defiende en Londres

Por ElizabethF.

La empresa internacional de transporte privado, Uber, afirmó el miércoles en un tribunal británico de apelación sobre el empleo, que sus conductores eran trabajadores por cuenta propia, y no trabajadores con derecho a una serie de beneficios, lo cual sucede menos de una semana después de haber oído que perdería su licencia en Londres. El servicio, de origen estadounidense, ha enfrentado reveses regulatorios y legales en todo el mundo debido a la creciente oposición de los servicios tradicionales de taxis, así como a la preocupación de algunas agencias reguladoras. Uber ya se ha visto obligado a abandonar varios países, entre los que se incluyen Dinamarca y Hungría. Si perdieran su licencia en Londres, una de las ciudades más ricas del mundo, significaría un gran revés para la firma estadounidense. Entretanto, el proceso de apelación actual podría durar meses.

El año pasado, dos conductores discutieron con éxito en un tribunal que Uber ejerció un control significativo sobre ellos para proporcionar el servicio de taxi a demanda, y que tenía responsabilidades en términos de derechos de los trabajadores. En la audiencia de apelación, Uber dijo que sus conductores eran trabajadores autónomos y laboraban de la misma manera que los de las firmas locales de taxis de larga data. Los trabajadores por cuenta propia solo tienen derecho a protecciones básicas como la salud y la seguridad, en tanto los otros reciben prestaciones como el salario mínimo, las vacaciones pagadas y los descansos. Esto aumentaría los costos y la burocracia de Uber en toda Gran Bretaña. Alrededor de 200 manifestantes liderados por sindicatos marcharon el miércoles por el centro de Londres contra lo que llamaron “trabajo precario” en la “gig economy”, donde la gente trabaja para varios empleadores al mismo tiempo sin contratos fijos.

Yaseen Aslam, uno de los dos conductores involucrados en la demanda del tribunal, afirma que el único interés de Uber es inundar el mercado con los conductores, sin tener que asumir ninguna responsabilidad sobre ellos. Muchos de los manifestantes no están pidiendo que se le retire la licencia para operar en Londres, sino que la firma sea autorizada pero cumpliendo con sus obligaciones legales sobre los derechos de los trabajadores. En un intento por fortalecerse en Gran Bretaña, Uber dijo el miércoles que estaba tratando de nombrar a un presidente británico, en un recién creado cargo no ejecutivo.

En otro desafío para Uber, el bufete de abogados Leigh Day dijo que representaría a una conductora que dice que Uber está poniéndola a ella ya otras mujeres en riesgo, ya que los conductores no saben el destino del pasajero hasta que entren en el coche, y eso podría significar viajar a una zona remota o insegura. Un portavoz de Uber dijo que los conductores podían cancelar viajes sin penalidad y no tenían que ir a un área en particular si no querían. Dijo que muchas mujeres trabajaban para Uber debido a sus características de seguridad.

Uber, que empezó a operar en Londres en 2012, ha enfrentado problemas regulatorios y legales en todo el mundo. No obstante, aunque se le ha impedido operar algunos países, en otras naciones ha logrado revertir los obstáculos operativos.