Y Barcelona ¿tendrá referéndum?
Finalmente en Barcelona se podrá votar sin que ello represente un riesgo para los funcionarios, al menos así lo anunció en su cuenta de Twitter Ada Colau, la alcaldesa. Mientras por una parte el PSC niega que exista tal acuerdo y que se vayan a ceder espacios públicos, y el secretario municipal advierte de las "consecuencias penales" que habrán, Colau asegura tranquilamente que irá a votar, aunque eso sí, no revela su voto y mantiene a todos en la incógnita y a a la expectativa. Lo que sucede es que la alcaldesa barcelonesa, sin miramientos, acaba de zanjar lo que ha sido en los últimos días un enfrentamiento total por parte del Govern, que ha mantenido su postura y la decisión de no colaborar con el referéndum independentista, y tampoco ceder locales municipales para llevar a cabo la consulta popular.
El escenario de la tácita respuesta fue la red social Twitter, donde la regidora anunció que no dejará de cumplir con “su compromiso”, y en Barcelona se podrá participar sin dificultades en el 1 de octubre; aunque dejó insistentemente claro que “no pondrá en riesgo ni a la institución, ni tampoco a los servidores públicos.
A solo 24 horas de que se conociese la determinación de la Fiscalía General del Estado sobre investigar a todos aquellos alcaldes prorreferéndum y además llamarlos a declarar, se conoció la decisión de la alcaldesa. Y por si fuese poco, el fiscal general ha dado la orden de detener a los funcionarios que no se presenten a comparecer.
Por su parte, Carina Mejías, la presidenta del grupo municipal de Ciutadans en el Ayuntamiento de Barcelona, no ha reparado en ser medida para criticar para Colau, ha quien ha recordado que saltarse la ley tiene graves consecuencias y ha cuestionado su "ambigüedad", ante la posibilidad de que permita que se celebre el polémico referéndum del 1-O en Barcelona. No le bastó con ello, también le ha reprochado que brinde su apoyo a los 712 alcaldes citados por la fiscalía.
Para Mejías aquel que degrada la democracia es quien, en su papel de alcalde, “pretende dar un golpe” incumpliendo la ley y “robando” los derechos de los ciudadanos. Fue esa su respuesta en Twitter ante la declaración de Colau en la propia red social.
Todo un debate caliente en el que Mejías defiende como punto de vista que la alcaldesa solamente está buscando la forma de colaborar con lo que define como “la aventura rupturista de Puigdemont y Junqueras”, donde el propósito es incitar a los alcaldes a cometer ilegalidades".
Además de acusar a Colau de estar escondida tras su cargo, “porque es lo que desea”, le alertó que no podrá, durante mucho más tiempo, esconder ni mantener su indefinición. Por otra parte, ha solicitado al PSC que "se mantengan firmes para mantener el Ayuntamiento junto a la ley y la democracia y ha exigido por las claras a la alcaldesa que no esconda más el informe jurídico del letrado consistorial respecto a la convocatoria del 1-O.
Mientras, Jaume Collboni (PSC), el segundo teniente de alcalde de Barcelona, ha negado que un acuerdo con el Govern se haya alcanzado por el Consistorio, y aclaró que en el caso de que existiese acuerdo alguno para el 1 de octubre, este “ha sido entre partidos favorables a una movilización" y para nada entre la Generalitat y el gobierno municipal, pues este último no facilitará "ni locales ni medios" para la votación.
Lo que Colau ha dicho no ha sido tomado dentro del gobierno de la ciudad y no se ha debatido, rebatió el dirigente del PSC, quien además aseguró que el consistorio barcelonés no incumplirá la legalidad y cumplirá con el informe del secretario general del Ayuntamiento de Barcelona.
De hecho, Colau debe acatar la providencia del Tribunal Constitucional y no debe cooperar en el referéndum del 1-O, ni siquiera cediendo colegios electorales porque, de lo contrario, puede tener consecuencias penales, ha dicho el propio secretario del Ayuntamiento este jueves.
De uno y otro lado persisten las tensiones, en tanto avanza septiembre y el 1 de octubre se acerca. Aunque es inevitable la pregunta si habrá o no referéndum, porque batalla política, polémica y hasta intriga; eso ya se deja ver.
