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sábado, 28 de octubre de 2017

A mejor dormir, menor dolor de cuello  

Por Mgo87

Investigaciones realizadas a pacientes con dolores cervicales o lumbares, por expertos de la Red Española en Dolencias de la Espalda, han demostrado que la calidad del sueño da señales sobre la evolución del dolor cervical, no sucediendo así con el dolor lumbar. A partir de estos estudios, los investigadores sugieren que respetar los horarios de sueño podría mejorar el dolor cervical, por tanto, tratar a pacientes con problemas de cuello para que duerman mejor podría disminuir su dolor, independientemente del tratamiento médico para la cervicalgia que se les indique. A nivel internacional, la lumbalgia es una de las principales causas de dolor que limita la actividad cotidiana y la cervicalgia, la cuarta.

Alrededor del 80% de los casos analizados con dolores agudos no representan un gran problema para la salud pública, según refiere el doctor Francisco Kovacs, director de la Red y autor principal del estudio. Explica además que el problema radica en el dolor que se vuelve crónico y se hace persistente durante largos periodos de tiempo. El equipo de Kovacs, formado por excelentes profesionales médicos y científicos, dio seguimiento a pacientes con dolor lumbar para caracterizar su dolor y su calidad de sueño por tres meses. Los pacientes radicaban en distintos lugares de España y padecían dolencias agudas o crónicas. Además, estos estaban recibiendo variados tratamientos médicos, desde rehabilitación y fármacos analgésicos hasta cirugía.

La investigación dio como resultado que muchos pacientes con cervicalgia dormían mal. Pudieron demostrar así que una mala calidad de sueño al comienzo del estudio se asociaba con una peor evolución del dolor. Para ello se apoyaron en cuestionarios que buscaban detallar el dolor y la calidad de sueño percibidos por los pacientes al principio y al final del período de prueba. Jesús Seco, investigador de la Universidad de León y otro de los autores, señala que los cuestionarios no permiten comparar datos entre pacientes, pues todos tenemos percepciones distintas del dolor o del sueño–, pero sí son primordiales para el seguimiento de cada paciente.

Los investigadores explican que el próximo paso será diseñar ensayos clínicos para comprobar si el tratamiento de la calidad de sueño realmente mejora el dolor cervical. Es posible que dormir mal excite los centros neurológicos encargados de procesar el dolor o que los mecanismos de coordinación entre distintos grupos musculares se vean afectados por la mala calidad de sueño. De todo esto se deduce que mejorar la calidad de sueño resulta muy beneficioso para la salud de la cervicalgia y para la lumbalgia. El camino que falta recorrer ahora es indagar sobre el tipo de influencia del sueño sobre cada tipo de dolor. Uno que ya están recorriendo los especialistas de Red Española en Dolencias de la Espalda, y que seguramente ofrecerá resultados al respecto.