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martes, 10 de octubre de 2017

Che, entre el mito y el hombre

Por Eme

Han pasado 50 años desde el asesinato del argentino y guerrillero Ernesto “Che” Guevara, el 9 de octubre de 1967, en la Higuera, Bolivia, luego de ser capturado por el Ejército Boliviano, unos meses después de su llegada a ese país, con la idea de fomentar en el área latinoamericana las ideas de la Revolución Cubana de 1959.

El mítico argentino, Ernesto “Che” Guevara, sigue levantando pasiones encontradas, a cinco décadas de su asesinato en Bolivia, el 9 de octubre de 1967. Algunos jóvenes siguen vistiendo camisetas con la también mítica foto del cubano Korda, pero otros le califican de “asesino”. Unos le aman y otros le odian, pero el Che nunca he dejado de ser el centro de debates, antes y después de su muerte.

Hay muchas teorías incluso alrededor de las razones de su partida de la Isla cubana, de su relación con el líder de la Revolución, Fidel Castro, y del “abandono” a su suerte en tierras bolivianas. El francés Jean Paul Sartre lo elevó a la categoría del ser más perfecto de aquella época, y junto a él otros intelectuales europeos, norteamericanos y latinoamericanos. Mientras en Cuba, todavía los niños entre 6 y 11 años, gritan todas las mañanas en sus escuelas: “Pioneros por el Comunismo. ¡Seremos como el Che!”, una doctrina que les acompañará toda su vida. Pero algunos detractores le señalan su discurso intenso alrededor de la muerte, como aquel que en Naciones Unidas, en 1964, señalaba que la Revolución había fusilado, y lo seguiría haciendo, hasta que fuera necesario. Y es esa la máxima pena que le achacan el argentino, los fusilamientos masivos que ocurrieron en Cuba, contra simpatizantes o actores importantes de la dictadura de Batista.

Pero el Che también fue un visionario, que predijo casi 30 años antes el derrumbe del Campo Socialista, la URSS. Hay unas cartas escritas desde una pequeña habitación en Praga, hoy República Checa, que hablaban sobre el regreso al capitalismo en esos países. El Che lo escribió entonces, pero así quedaron ocultas sus palabras, al gobierno de Fidel aquello le pareció un desatino del guerrillero. Si algo se le conoce que siempre fue, y el tono de sus discursos así lo indica, es que Ernesto Guevara era un crítico mordaz. Y desde que dio una gira por aquello lares, supo que el rumbo de la Europa del Este, no era lo que esperaba.

Guevara denunciaba entonces que las políticas soviéticas se alejaban de los principios marxistas y restauraban los valores capitalistas. Guevara estuvo medio año en la capital checoslovaca. El Che cuestionaba la idea de construir el socialismo con armas del capitalismo, también le disgustaba el autoritarismo y la poca democracia en los debates. Muchos estudiosos afirman, que en los finales de su vida, en los que Guevara se dedicó más al estudio de textos marxistas o filosóficos, cuestionó que Cuba siguiera la ideología estricta de la Unión Soviética.