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martes, 10 de octubre de 2017

¿Dónde quedan los haitianos que no entran a Estados Unidos?

Por Mayli

En septiembre de 2016 el ex presidente Barack Obama, canceló la ayuda que Estados Unidos le ofrecía a los haitianos que entraban a suelo americano, una ayuda que recibían desde hacía seis años. En el tortuoso camino desde Sudamérica hasta la frontera mexicano-americana muchos se quedaron, y los otros que quedaron llegaron tarde, cuando el decreto estaba firmado, ¿qué se hicieron esos miles?

Desde 2010, Estados Unidos había amparado a los haitianos que cruzaban su frontera, hasta que en septiembre de 2016, el entonces presidente norteamericano Barack Obama, canceló la medida que les daba apoyo una vez tocaban suelo americano. La mayoría de los haitianos ya no cruzaban el estrecho de la Florida en botes, si no que hacían un trayecto más largo, y no menos peligroso y costoso para ellos.

Emprendían desde Sudamérica, a la que accedían con visados, y atravesaban por Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala hasta recalar en tierras aztecas. Eso, los que llegaban, algunos quedaban en los parajes de la selva. Algunos llegaron a la frontera, dándose cuenta de que se les había terminado el chance de cruzar a la tierra de sus sueños. ¿Qué se hicieron quienes lo vendieron todo en sus países para nunca más volver? ¿Dónde habitan esos miles?

Pues anclaron en Tijuana, donde han encontrado oportunidades de crecer, y en buena medida afincar su cultura, su comida, su creencia. Haití se ha visto en múltiples ocasiones bajo las inclemencias de desastres naturales, y una crisis económica interminable, que no termina nunca, por ello su pueblo es uno de los que más emigra en el Caribe.

De hecho, dentro de los Estados Unidos, hay más de 58 mil haitianos que tienen sus días contados, pero estos de Tijuana tampoco la pasaron bien en sus inicios. Estaban hacinados, dormían en todas partes y estaban por todas partes. Cuando las fronteras se cerraron para ellos había más de 30 albergues, pero no daban abasto; se cuenta que pasaron por allí 7.000 haitianos. De ellos, según estadísticas de México, 3.000 se quedaron en la baja California, en especial en la ciudad de Tijuana, y consiguieron estatus legal por razones humanitarias. 

Tijuana se convirtió en el hogar que esperaban encontrar al otro lado de la frontera. Claro que la vida de ellos no va a cambiar tan rápido como precisan para ayudar a sus familias que quedaron en Haití. Las condiciones siguen sin ser las mejores, solo al amparo de oficios religiosos, han alcanzado algo de comer, y techo seguro. En esos espacios, cientos de haitianos han encontrado la esperanza. La idea es que se construya una pequeña comunidad donde ellos puedan vivir, y establecerse como seres humanos. Y aunque eso todavía no llega, al menos han vivido el calor de los mexicanos y la exquisitez de su comida. Y siguen viendo en Tijuana la razón de sus esperanzas.