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sábado, 28 de octubre de 2017

El cáncer en la madurez

Por Yaima

La incidencia del cáncer aumenta a medida que envejecemos. La palabra cáncer, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, es un término genérico que se designa para un grupo de enfermedades que se caracterizan por tener un particular proceso de crecimiento y diseminación de células y que puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo, a cualquier edad, en más de una ocasión. Independientemente del factor genético, una buena salud es la mejor prevención.

El cáncer es de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo, y con el tiempo se evidencia un aumento escalonado de casos. Se estima que hacia el año 2035 el cáncer pueda tener un incremento a nivel global de un 75 por ciento; mientras que en estadísticas manejadas por España, el 53 por ciento de todos los casos al cierre del 2016, fueron en adultos entre los 50 y 74 años de edad, y un 36 por ciento en la población mayor de 75 años. Es decir, que la mayoría de los casos de cáncer se dan a mayor edad, y no es coincidencia.

Es una enfermedad que, además, impacta en la psicología del afectado, pero también remueve toda la dinámica de vida de sus personas queridas, de su entorno más inmediato. En muchos países se complica su estudio debido a la carencia de cifras oficiales y de estrategias de sanidad para atenderlas, y de que no existe un grado de percepción de riesgos que permita a la sociedad estimular modos de vida saludable que permitan minimizar su posible surgimiento.

La obesidad, los elementos ambientales, el hábito de fumar, y la vida sedentaria son solo algunos de los factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de padecer cáncer. De ahí la importancia de tomar conciencia durante la juventud y madurez para cambiar nuestra forma de vida y llegar con un cuerpo más saludable a la tercera edad.

Sin embargo, pareciera quedar en claro que la incidencia de cáncer aumenta con la edad por el envejecimiento del cuerpo. Y por tanto se estima que una de cada tres personas va a tener cáncer en el futuro, mientras que los pacientes que presentan cáncer con asociación hereditaria, se comprenden aproximadamente entre un 10 y 12 por ciento. Los cánceres más frecuentes tanto en hombres como mujeres son: pulmonar, mamario, colorrectal y de próstata, según las referencias que a nivel mundial maneja la “World Cancer Research Fund International”.

Aún así, si bien la edad cronológica no siempre es igual a la edad biológica, está claro que el paciente adulto mayor con cáncer va a ser más difícil de tratar, pues tendrá más debilidades asociadas a la edad. Por lo general los pacientes mayores y los ancianos tienen menor reserva funcional y muchos padecen de otras enfermedades crónicas o tienen algún tipo de discapacidad. Desde el punto de vista médico esa situación trae consecuencias nefastas para la persona mayor, en lo referente a su capacidad de tolerar tratamientos e intervenciones como otros pacientes más jóvenes y fuertes. Esos pacientes también presentan complejidades en sus esferas afectivas, sociales, psicológicas y hasta económicas que pudieran afectar decisiones y estrategias en el ámbito médico.

No es tema de que el cáncer no estime de edades para anunciarse, pero definitivamente en la ambición de cada cual de tener una vida extensa, de calidad, y saludable, siempre será determinante velar por nuestros modos de vida desde la pequeña infancia. Recordemos entonces que el futuro empieza hoy, y está en nuestras manos tomar todos los correctivos para llegar a esa tercera edad con la mayor preparación para intentar que el cáncer sea solo un artículo de referencia y no una historia en nuestras vidas.