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domingo, 1 de octubre de 2017

El deporte no quiere a Trump

Por Marta A.

Un nuevo escándalo sacude a Washington. Esta vez, el presidente Donald Trump se enfrenta a una creciente condena por parte del mundo deportivo, luego de comentarios ofensivos contra los jugadores. Trump, quien ya nos tiene acostumbrados a su retórica hostil, dijo que la Liga Nacional de Fútbol (NFL) debería despedir a los jugadores que se arrodillan durante la interpretación del himno nacional, y exhortó a los espectadores a marcharse del estadio en señal de protesta ante ese acto.

Varios atletas, incluidos jugadores de la Liga Nacional de Fútbol, se han estado negando a ponerse de pie durante el momento del himno, como una forma de protestar por la manera en la cual la policía trata a los ciudadanos afroamericanos, un tema que ha sido caldo de polémica en los últimos tiempos en la nación de las barras y las estrellas, "paradigama de los derechos humanos". Y es que más de un ciudadano ha muerto, además, baleado por la propia policía, sin que este cometiera delito alguno, que no sea "ser negro".

Destacados jugadores de fútbol, así como la estrella de baloncesto LeBron James, han criticado abiertamente la postura del presidente Donald Trump. Roger Goodell, el comisionado de la NFL, emitió un comunicadodonde argumentaba que “comentarios divisorios como estos evidenciaban una desafortunada falta de respeto”. El cuestionado presidente, por su parte, redobló sus discriminatorios comentarios, y twiteó que el comisionado estaba “tratando de justificar la total falta de respeto que algunos jugadores muestran a nuestro país”.

Entretanto, la Asociación de Jugadores de la Liga Nacional de Fútbol, dijo que el mandatario había cruzado la línea al decir a los jugadores que simplemente “callen y jueguen”. El presidente de la asociación, Eric Winston, dijo que los comentarios de Donald Trump fueron “una bofetada a los héroes de los derechos civiles del pasado y del presente” y a aquellos que derramaron sangre para defender los valores estadounidenses, sobre los que se supone esté cimentada la nación del Norte.

Mientras, los Golden State Warriors –el equipo profesional de baloncesto que juega en la NBA con base en Oakland, California–, respondieron al presidente retirando la invitación del equipo a visitar la Casa Blanca, anunciando así que el equipo pasaría su visita a Washington, DC, para celebrar “la igualdad, la diversidad y la inclusión”.