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martes, 3 de octubre de 2017

El ISIS devasta los tesoros arqueológicos y el patrimonio de Irak

Por Yaima

Todo conflicto armado supone la destrucción del lugar donde se desarrolle. Lamentablemente con las guerras que ha vivido la humanidad se han perdido sitios emblemáticos y numerosas obras de arte. Tal es el caso de la rica herencia arqueológica de Irak que ha sufrido enormes daños en manos del autodenominado Estado Islámico. Equipos calificados del Museo Británico de Londres están entre los primeros expertos que han ido a evaluar el alcance de la destrucción en lugares donde ya no quedan combatientes. Después de que el Estado Islámico declarara el califato en 2014, cientos de sitios arqueológicos en ese país cayeron en manos de sus seguidores y fueron acabados mediante terribles actos de vandalismo, muchos de ellos fueron difundidos para mostrar cómo destrozaban artefactos en el Museo de Mosul y como dinamitaban otros en la capital asiria de Nimrud, y así por gran parte de Irak.

Los arqueólogos que regresaron a zonas reconquistadas descubrieron lugares antiguos transformados en estacionamientos, también encontraron estatuas monumentales hechas trizas y comprobaron la desaparición de importantes e históricos manuscritos. Sin embargo, el Estado Islámico no logró destruirlo todo.

La ciudad iraquí de Mosul, la segunda más grande del país árabe, destaca por la gran importancia histórica de sus áreas circundantes. Por ejemplo, en las afueras de Mosul se encuentra la ciudad asiria de Nínive, tan arcaica como el siglo VII a.C y que antiguamente tenía palacios, templos y mansiones. Los reportes indican que el 70% de la ciudad fue destruida por el Estado Islámico. Una imagen que ha recorrido el mundo ha sido la de los magníficos toros alados que protegían la entrada a la Puerta de Nergal, en la actualidad se pueden ver cómo fueron mutiladas esas obras de más de 2.000 años de antigüedad. En resumen, es un país asolado como si una aplanadora hubiera querido deshacerse de todo vestigio de humanidad.

La buena noticia es que en medio de tal ola de destrucción se ha podido encontrar un destello de luz. Las fuerzas iraquíes han encontrado una red de túneles que casi siempre siguen el camino de unas antiguas esculturas que están alineadas en las paredes del palacio. Aunque esos túneles han dañado el terreno, el Estado Islámico no tuvo tiempo de robar o destruir las esculturas. Los expertos han podido calificar como espectaculares los descubrimientos realizados en los túneles; allí hallaron relieves, esculturas y tablas cuneiformes. Por ejemplo, los relieves son verdaderamente excepcionales, muestran escenas religiosas y de culto, sacerdotes y lo que parecen ser semidiosas o sacerdotisas.

Aproximadamente a unos 30 km al sur de Mosul está Nimrud, la ciudad asiria de Kalhu, y data de los años entre 1350 y 610 a.C. Las excavaciones realizadas allí comenzaron a mediados del siglo XIX y continuaron hasta 1992. Para entonces se pudo revelar algunos de los monumentos más importantes del arte asirio. Luego, desde marzo de 2015, el sitio resultó sistemáticamente destruido por el Estado Islámico, dejando un saldo horroroso. El Estado Islámico poco a poco acabó con la zona, aplanó con maquinaria Ziggurat, una empinada pirámide que antiguamente tuvo 34 metros de altura, y destruyó la entrada del Templo Nabu, junto con las estatuas que lo flanqueaban. Muchas fueron las estrategias de destrucción aplicadas por el Estado Islámico en Irak, con máquinas y explosivos destruyeron el Palacio de Ashurnasirpal II, rey de Asiria entre 883 y 859 a.C.

El arqueólogo iraquí Faleh Noman, quien fue designado por el gobierno del país árabe para liderar la evaluación de los lugares, caracterizó la destrucción de “barbárica”; y explicó que la entrada principal al palacio que lleva hacia la sala del trono ha sido completamente destruida. Los relieves de las paredes y los lamassus de la segunda entrada también fueron dañados, y actualmente solo queda un relieve grande intacto. Los bajorelieves dentro del palacio fueron destruidos con mazos.

Las autoridades iraquíes estiman que solamente en la región de Mosul 66 sitios han sido arruinados. Se han registrado saqueos, y muchos de los túneles excavados por los extremistas fueron hechos con la idea de buscar antigüedades y venderlas en el mercado negro para comprar armas. Además de las causas evidentes, la situación caótica de destrucción ha impulsado al gobierno iraquí a buscar ayuda internacional. Con ese fin el Museo Británico entrena a arqueólogos para que trabajen en zonas que nunca cayeron bajo el control del Estado Islámico, en el sur de Irak, en un sitio llamado Tello y un área kurda en el norte, en Darband-i Rania. Tello, el nombre moderno en árabe de la antigua ciudad sumeria de Girsu, es una enorme ciudades, y una de las más antigua del mundo, con una distribución similar a la de Nínive o Nimrud.

Entre lo descubierto se pueden citar las tablas cuneiformes que revelan la existencia de los sumerios que inventaron la escritura hace 5 000 años y pudieron haber desarrollado una forma de democracia temprana, muy anterior a la de los griegos. También hallaron partes frágiles de piezas de arquitectura monumental como el Puente de Girsu, el más antiguo que se haya encontrado, que será, hasta ahora, el foco de los trabajos de conservación.

A finales del año 2016 y a principios de 2017 se hicieron excavaciones en el distrito sagrado conocido como el Montículo del Palacio. Más de 80 años después de que se descubrieran las ruinas de ese palacio helénico, se pudieron desenterrar extensas paredes de barro del Templo Ningirsu. Dedicado al dios de las tormentas, era uno de los lugares sagrados más importantes de la Mesopotamia y apreciado ampliamente por su magnificencia. Sin embargo, hasta ahora sólo se sabía de él por lo que decían los textos cuneiformes, y por eso el descubrimiento representa un hito en la historia de la investigación arqueológica en Irak.

Todos los objetos encontrados son importantes y ya han sido entregados al Museo de Irak en Bagdad. Se espera que el descubrimiento de los sitios antiguos contribuya a crear un mejor futuro para Irak, un país con una herencia increíblemente rica. Irak es cuna de la civilización, con un enorme número de restos que van desde la prehistoria profunda hasta la actualidad. Mientras el país árabe se transforma en un lugar más seguro, las expediciones arqueológicas irán realizando más exploraciones para evaluar y salvaguardar la herencia única que contiene Irak.